l tan mentado proyecto de ley referido a la “Ficha Limpia” terminó enchastrado de la peor manera. Esa restricción cívica tendiente a impedir que puedan presentarse como candidatos a cargos públicos quienes tengan condenas por delitos contra la administra-ción pública, con doble conforme, es decir sentencias confirmadas en primera y segun-da instancia, que ya había logrado la media sanción en Diputados, resultó llamativa-mente, por ponerle un calificativo atemperado, rechazada por la Cámara de Senadores por un voto. Eran necesarios 37 votos para su aprobación y la votación terminó con 36 votos afirmativos contra 35 negativos.
Lo sugestivo es que el resultado terminó sorprendiendo a todos. Como suele decirse en la jerga futbolística era un penal cobrado, pero a pesar de que se daba por descontado que el tiro libre se ejecutaba sin siquiera la presencia del arquero, la pelota terminó afuera. Los opositores al proyecto no entendían lo que la pizarra terminaba de mostrar: ¡Habían ganado la votación por un voto! Y los defensores del proyecto tampoco entendían lo que terminaba de pasar, (aunque es de suponer que algunos sí), ¡Habían perdido la votación por un voto!
Las imágenes de las caras de incredulidad de unos y otros hablaron por sí solas, a excepción de las de los senadores misioneros Sonia Rojas Decut y Carlos Arce que literalmente hicieron mutis por el foro durante las siete horas que duró la sesión y que, una vez culminada desaparecieron raudamente del recinto. Vale mencionar que ambos están políticamente identificados con el gobernador de Misiones, Passalacua, y como se desprende de sus votaciones en el recinto sustancialmente comprometidos con el acompañamiento al mileismo.
Y aquí es donde surgen entonces las suspicacias más profundas. Estos dos senadores venían anticipando sin señal de duda alguna, su acompañamiento al proyecto gubernamental.
Misiones, bajo la administración passalacuista, lidera el ránking de provincias beneficiadas por la discrecionalidad del gobierno nacional a la hora de asistir con los ATN. En un año y medio recibió $16.000 millones. De la información brindada por el gobierno misionero surge, además, que a mediados del pasado mes de abril , merced a la intervención del ministro de Economía, Caputo, la provincia canceló una deuda histórica con el Club de París que se remontaba a 1990, instancia que se concretó en el marco del Régimen de Extinción de Obligaciones Recíprocas entre la Nación y las Provincias.
Si el miércoles el propio Presidente aseguraba que “el proyecto de Ficha Limpia aprobado es el mío en la cámara de diputados que pasa a Senadores” y los misioneros estaban del lado de las fuerzas del cielo para garantizar el éxito, ¿dónde y cuándo se gestó la traición?
Más allá de compartir o no el proyecto, resulta lógico que el kirchnerismo haría cuanto sea necesario para defender la impunidad de sus jefes, aunque esto moleste al Presidente, tan lógico como que Milei sostenga que “aborrece la actitud de los senadores nacionales que han optado por priorizar la defensa de sus intereses personales y partidarios por encima de las demandas del pueblo al que dicen representar”, concepto al que seguramente muchos adherimos.
Ahora bien, dicho esto, vale reflexionar un segundo para advertir sin mayores complicaciones que los Senadores sobre los que aborrecemos la actitud son particularmente dos. Llamativamente, como ya se afirmó, dos legisladores que no solo acompañaron la mayoría de las iniciativas legislativas del Ejecutivo, sino que además no dieron quórum en aquellas sesiones que resultaron incómodas, por llamarlas de alguna manera, al oficialismo. Pegaron el faltazo en la sesión en la que se pretendió incrementar el presupuesto de gastos reservados de la SIDE, y más recientemente cuando fracasó la iniciativa de crear una comisión investigadora por el escándalo del Libra gate.
Ya lo sorprendieron en su buena fe al Presidente cuando un grupo de pillos utilizó su figura promocionando el proyecto “Viva la Libertad Project” destinado, según se anunciaba, a la inversión de criptomonedas con el fin de “fondear a pequeñas empresas”. Instancia que como se sabe disparó un escándalo mayúsculo, de ribetes internacionales, que todavía no se sabe cómo terminará.
Ahora, dos senadores considerados aliados que en el poroteo previo apoyaban explícitamente el proyecto, pasaron de las filas de las fuerzas del cielo a integrar la casta política que utiliza el Senado como refugio.
En fin, cuesta entender tanta candidez política o exceso de confianza en los operadores políticos del oficialismo, para que, a esta altura de los acontecimientos, siga habiendo lugar para semejantes sorpresas. A menos que la sorpresa sea tal sólo para algunos.
Una última reflexión. Conociendo la iracundia presidencial, cabe preguntarse que será del futuro de la relación con el gobierno misionero. ¿Seguirán fluyendo los fondos provenientes de los anticipos del tesoro nacional? porque sin margen de duda, qué fea la traición política, (ponele)
Fin