n un contexto marcado por la caída de las temperaturas, el Municipio de Río Grande, a través de la Secretaría de Desarrollo Productivo, concretó la distribución de bolsas de pellets destinadas a estufas a biomasa, una herramienta clave para que pequeños y medianos productores puedan mantener sus actividades durante el invierno.
La iniciativa, financiada con recursos municipales, busca mitigar los efectos climáticos en la producción de alimentos, asegurando condiciones óptimas para aves, cerdos y cultivos, al tiempo que refuerza la autonomía alimentaria de la ciudad.
Esta acción se enmarca en una política al respecto de la gestión del intendente Martín Perez que busca consolidar el sector productivo local, históricamente vinculado a políticas de apoyo estatal.
Las estufas a biomasa, originalmente provistas durante una administración nacional anterior mediante un proyecto articulado entre el Municipio, la Asociación Civil de Productores de la Margen Sur y el Banco Mundial, hoy encuentran respaldo en la provisión de combustible, evitando interrupciones en la cadena de producción.
Facundo Armas, titular de Desarrollo Productivo, explicó que el aporte no solo permite sostener la actividad avícola y porcina -evitando, por ejemplo, el congelamiento de bebederos-, sino que también extiende la temporada hortícola, facilitando una transición más rápida hacia nuevos ciclos de siembra. “Estas medidas son estratégicas: garantizan alimentos frescos y accesibles para los vecinos, mientras generan empleo local”, destacó.
La apuesta municipal responde a una concepción integral de la economía regional, donde la inversión en tecnología y recursos se traduce en estabilidad para los productores y en beneficios tangibles para la comunidad.