ara el senador nacional Pablo Blanco, el Ejecutivo está abusando de una herramienta que debería ser excepcional. En declaraciones recientes, defendió el proyecto que modifica la actual ley de DNU, y alertó que la lógica de gobernar por decreto pone en riesgo el equilibrio entre poderes. “Se está haciendo abuso y abuso de los DNU. El Gobierno utiliza la mecánica para todo, incluso para cosas como cambiarle el nombre a un centro cultural”, cuestionó, en referencia a la reciente modificación del Centro Cultural Kirchner. “¿Cuál es la necesidad y cuál es la urgencia, más allá de que uno lo comparta o no, de cambiarle el nombre?”, agregó.
Blanco explicó que la normativa vigente, sancionada en 2006, permite que un DNU tenga validez con la sola aprobación de una Cámara, o incluso sin tratamiento. “Tiene más fuerza un decreto que una ley, porque si el Congreso no lo trata, sigue vigente. Eso no puede ser”, advirtió.
La nueva propuesta establece un cambio de paradigma: si en 90 días no se trata el DNU, pierde vigencia; si una sola Cámara lo rechaza, cae; y sólo podrá mantenerse con la aprobación de ambas. “Es para adecuarlo a lo que dice la Constitución. El decreto es una excepción, no una regla. Pero los gobiernos —y especialmente este último— lo usan como norma”, indicó.
El senador fueguino mencionó el caso del DNU 70/2023, rechazado por el Senado pero no por Diputados, como ejemplo del desbalance actual. “Ahí está la base de muchas medidas del Gobierno. No es la ley Bases, es ese DNU el que les dio margen”, sostuvo.
Sobre la posibilidad de que el presidente vete esta nueva ley, Blanco planteó dudas. “Es una ley que establece facultades propias del Congreso. No estoy seguro de que el Ejecutivo tenga margen para vetarla, pero veremos cómo se plantea”, dijo.
También apuntó contra la utilización de DNU para decisiones que deberían pasar por el Congreso, como el ingreso de tropas extranjeras o el despliegue de fuerzas nacionales. “Está desvirtuando todo. Hay cosas que son facultades exclusivas del Parlamento. Y por eso hace falta que haya legisladores que le pongan límites al Gobierno”, remarcó.
En tono electoral, Blanco subrayó que su tarea es explicar lo que hizo en estos años, y que la ciudadanía evaluará si quiere representantes activos o legisladores alineados al oficialismo. “La gente analizará si quiere senadores y diputados mudos, o si quiere tener voces que defiendan a Tierra del Fuego”, concluyó.