ernanda Gaillard describió la llegada de Federico Sciurano a Ushuaia, tras 7 días de travesía corriendo desde Río Grande, “Cada paso fue un acto de amor. Puso su cuerpo para visibilizar nuestra necesidad, y eso no tiene precio. Recién cuando lo vi subir al escenario pude respirar y llorar de alegría”, expresó.
La directora explicó que la campaña tuvo como fin visibilizar la falta de espacio y las necesidades edilicias del CAAD, donde actualmente asisten decenas de alumnos. “Nuestra escuela es chiquita y todos convivimos en un lugar que ya nos queda chico. Lo que se recaudó no alcanza para todo, pero marca el inicio de un sueño compartido por docentes, alumnos y familias”, señaló.
Durante la entrevista, Gaillard agradeció la solidaridad de la comunidad. “Ver la cantidad de familias que se sumaron, de docentes que trabajaron sin descanso y de vecinos que se acercaron a colaborar fue conmovedor. Hacía mucho que no vivíamos algo así. Cada persona aportó algo: un paquete de comida, una donación, una palabra de aliento. Eso fue lo más valioso”, destacó.
La directora confirmó que el proyecto edilicio “ya está en marcha” y que comenzaron las gestiones ante la Municipalidad. “Colocamos el cartel de obra y seguimos trabajando con el mismo entusiasmo. Federico corrió, y nosotros corrimos detrás de él. Esto no se detiene hasta ver el edificio terminado”, afirmó.
Gaillard destacó que el logro es también un homenaje a quienes pasaron por la institución. “Este edificio es para los alumnos que ya no están, que nos enseñaron tanto, y para los que hoy siguen viniendo cada día. Pero también para los que todavía esperan poder ingresar. El CAAD no es solo una escuela, es una comunidad donde cada historia cuenta”, sostuvo.
Sobre las actividades futuras, adelantó que continuarán las acciones solidarias bajo la consigna “El abrigo que suma”, con ferias y eventos abiertos. “Los 760 millones son apenas el comienzo. Falta mucho más, pero no vamos a detenernos. Cada aporte nos acerca un poco más a nuestro edificio propio”, indicó.
Gaillard valoró especialmente el vínculo con la sociedad fueguina. “Empresas, vecinos, instituciones: todos se sintieron parte. Este proyecto demostró que cuando una comunidad se une, los sueños se transforman en realidad. Y el nuestro recién empieza”, concluyó.