n el marco del Día Internacional de los Derechos Humanos, el Gobierno inauguró ayer en Ushuaia el Primer Congreso Provincial de Derechos Humanos: “Derechos Humanos desde el Sur – Uniendo Derechos, Tejiendo Redes, Construyendo Comunidad”. La actividad se desarrolla en las instalaciones del IPRA y convoca a referentes nacionales e internacionales, funcionarios provinciales, representantes del Poder Judicial, organizaciones sociales, académicos y ciudadanía, con el objetivo de abrir un espacio de reflexión, intercambio y construcción colectiva.
Durante la apertura, la secretaria de Derechos Humanos e Igualdad, Sonia Splausky, destacó que el congreso es posible gracias a “una decisión política que permite generar estos espacios”, y remarcó que la iniciativa busca proyectarse más allá de una jornada. “No queríamos que quedara simplemente en una jornada. Queremos construir agendas de trabajo entre todos los actores de la sociedad, porque la construcción es colectiva o no es”, sostuvo. También agradeció la presencia de la Dra. Dora Barrancos, el Dr. Carlos Rozanski y Claudia Domínguez, Nieta restituida N° 117, además de representantes del Poder Judicial, organismos de derechos humanos y víctimas del terrorismo de Estado.
En representación del Ejecutivo provincial, la ministra Gabriela Castillo dio la bienvenida en nombre del gobernador Gustavo Melella y afirmó que el encuentro implica “un momento de inflexión”. En ese sentido, advirtió sobre un contexto nacional en el que se cuestionan derechos conquistados y planteó que Tierra del Fuego puede asumir un rol activo: “Tal vez somos el fin del mundo, pero también podemos ser el faro del inicio para transformar y movilizar a toda la Argentina y a Latinoamérica”, expresó.
El ex juez federal Carlos Rozanski reflexionó sobre los ciclos de avance y retroceso en materia de derechos humanos y subrayó que, aunque Argentina cuenta con un marco normativo sólido, el principal problema es su aplicación. “El problema no está en que haya leyes, sino que no se están cumpliendo”, señaló.
Uno de los momentos más emotivos estuvo a cargo de Claudia Domínguez, quien compartió su historia como nieta restituida. “Mi nombre es Claudia Domínguez Castro, puedo hoy decirlo porque sé quién soy, gracias a la lucha de las Abuelas”, dijo. Relató que fue secuestrada junto a sus padres, Walter Domínguez y Gladys Castro, el 9 de diciembre de 1977, y que recién a los 38 años supo la verdad tras un llamado de la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CONADI).
Finalmente, la Doctora Dora Barrancos reflexionó sobre el contexto actual de los Derechos Humanos: “No estamos solo frente a un apagón de los derechos, sino al apagón del concepto mismo de derechos humanos”, sostuvo. Alertó sobre el ascenso global de las extremas derechas que configuran una “confederación planetaria” con expresiones heterogéneas pero convergentes en su carácter regresivo, patriarcal y distópico. Destacó la importancia de analizar el rol de figuras femeninas en estos movimientos, como Alice Weidel (diputada y líder del partido político de extrema derecha Alternativa para Alemania) o Georgia Meloni (Presidente del Consejo de Ministro de Italia), y advirtió sobre los riesgos del desmantelamiento estatal y la entrega de recursos estratégicos. Subrayó además que este fenómeno no es homogéneo, pero sí profundamente peligroso para las democracias y los avances sociales conquistados.