a australiana Catherine Drysdale se convirtió en la primera mujer en ganar la Maratón del Hielo, una competencia extrema que se disputa anualmente en la Antártida, bajo condiciones climáticas adversas y temperaturas que rondan los 20 grados bajo cero.
Con un recorrido de 42 kilómetros y sin ningún tipo de suelo firme, solo hielo y nieve, esta maratón representa uno de los desafíos más duros del calendario internacional. Los participantes deben enfrentarse a un entorno aislado, sin caminos definidos y con una climatología que exige tanto preparación física como fortaleza mental.
Drysdale cruzó la meta superando a todos los competidores y convirtiéndose en la primera mujer en adjudicarse el primer puesto en la clasificación general desde que se realiza este evento. Hasta ahora, ninguna atleta había logrado imponerse en la categoría absoluta.
El logro adquiere aún más relevancia considerando el entorno, donde la sensación térmica desciende de forma constante y el viento polar es un obstáculo adicional. Además de resistir las condiciones del terreno, los corredores deben utilizar equipamiento especial que proteja su cuerpo durante varias horas de exposición extrema.
El evento tiene lugar en un punto cercano al Círculo Polar Antártico, y convoca cada año a atletas de distintos países. A diferencia de otras competencias de aventura, esta se realiza en total aislamiento, sin acceso terrestre ni público presencial. La organización cumplió con los protocolos de seguridad exigidos y celebró el desempeño de Drysdale como un hito para el deporte y para la participación femenina en disciplinas de alta resistencia.
Hasta ahora, ninguna mujer había logrado vencer a todos los competidores en esta prueba. Con su victoria, Drysdale marca un precedente histórico en una competencia tradicionalmente dominada por hombres y que exige un nivel técnico y físico de élite. El reconocimiento a su desempeño fue inmediato dentro del circuito atlético internacional.
La Maratón del Hielo tiene una proyección que va más allá del deporte. Su realización busca visibilizar la importancia de preservar los ecosistemas antárticos y se desarrolla bajo protocolos estrictos para minimizar cualquier impacto ambiental.
