a secretaria de la Asociación de Mujeres Meretrices de la Argentina (AMMAR), Elena Reynaga, incluyó a Ushuaia y a Río Gallegos como las ciudades del sur del país en donde redes traen engañadas a chicas jovencitas del norte argentino prometiéndoles trabajos bien pagos y después terminan en el negocio de la oferta sexual. La dirigente aseguró que en la capital fueguina "los proxenetas están ligados a los poderes del Estado".
En declaraciones al diario La Capital de Rosario, Reynaga recordó que en su visita a Ushuaia en septiembre de 2004, cuando arribó al aeropuerto local la esperaba el entonces secretario de Seguridad, Rubén Cena, para cuidar de su persona. "Las mujeres tienen miedo porque hay mucho poder. Los proxenetas están ligados a los poderes del Estado", explicó. "A pesar de la muerte de Almada, todavía sentimos que nuestra voz no tiene peso", advirtió la dirigente.
Reynaga aseguró que los burdeles del sur del país están repletos de chicas del norte argentino. "Ellas llegan al sur engañadas por redes que les prometen trabajos bien pagos y después terminan en el negocio de la oferta sexual", afirmó la secretaria nacional de AMMAR. "Esas chicas son de los sectores más carenciados de la sociedad, donde la oferta de un buen trabajo es irresistible. Si bien no son trabajadoras sexuales, estando allá (por el sur) terminan trabajando sí o sí, porque les falta plata para volverse y nunca llegan a juntar lo suficiente", explicó.
Si bien la denuncia pública que realizó la dirigente de las meretrices no tiene el respaldo de los números estadísticos, no por ello deja de ser investigable. AMMAR, en sus diez años de trabajo, cuenta con 15 filiales a lo largo y ancho del país y con un montón de trabajadoras que se erigen como ojos y oídos de historias de prostitución. Las mujeres llegan convocadas por avisos tentadores: "Les ofrecen 3000 pesos para trabajar en Ushuaia y Río Gallegos, por ejemplo. Les dicen que no hace falta que tengan experiencia. Por eso los padres deben prestar mucha atención a esas tramposas propuestas de trabajo", dijo Reynaga.
"Nosotras caminamos por todo el país pero en el sur nos cuesta agrupar a las chicas porque la forma de trabajo es sólo puertas hacia adentro. Las chicas tienen mucho miedo. En Ushuaia ya tenemos cinco chicas muertas. El año pasado, cuando mataron a María Mabel Almada, el Gobernador de Tierra del Fuego dijo que eran gajes del oficio", aseguró la dirigente al matutino rosarino.
Almada, una misionera de 23 años y madre de un bebé, apareció muerta en una playa de Ushuaia el 30 de agosto de 2004. Ella y otras cinco compañeras habían dejado de trabajar en night club y se ofrecían mediante avisos en los diarios.
En septiembre del año pasado, el entonces ministro de Gobierno, Vicente Filosa, ya anticipaba que sería difícil encontrar al asesino de la joven Almada. El funcionario sostuvo: "No voy a ir en contra del oficio más viejo del mundo, pero cuando uno intenta hacer algo desde una línea telefónica se torna peligroso porque no hay una posibilidad de seguimiento". "En estas actividades se deben tomar los requisitos necesarios y no echarle culpa a la inseguridad, porque ellos mismos se ponen al margen", remarcó. Filosa agregó que "voy a ser un seguidor de este problema hasta las últimas consecuencias".
En declaraciones a FM del Sur, el titular de la cartera política opinó que si Mabel Almada hubiera estado "dentro de un local habilitado alguien podría decir con quién se fue, algún parroquiano podría brindar un testimonio".