a representante de la línea fundadora de Madres de Playa de Mayo, Nora Cortiñas, disertó en la capital fueguina en el marco de la inauguración de la cátedra abierta sobre derechos humanos, organizada por Participación Ciudadana y la Central de Trabajadores Argentinos (CTA). En diálogo con el diario del Fin del Mundo, la abuela quiso dejar un mensaje de esperanza donde marcó que "sólo la movilización y la lucha permanente llevará a buen fin" y que "otra argentina es posible", pero "debe ser construida entre todos". La mujer de 76 años cuestionó que haya "4 mil procesados por pedir trabajo y protestar por un sueldo digno", y apunto que en este caso la protesta "no debería ser criminalizada".
No obstante, evaluó que se lograron avances importantes con la política implementada por el Gobierno nacional aunque –sostuvo– todavía quedan numerosos archivos por abrir, para que de una vez por todas digan qué pasó con cada uno de los desaparecidos. Asimismo, entiende que después de que la justicia haya declarado inconstitucionales las leyes de Punto Final y Obediencia Debida, "los jueces no tendrán excusa para hacer justicia con prisión común y perpetua para quienes cometieron estos crímenes".
En tanto, Nora Cortiñas es titular de la cátedra Poder Económico y Derechos Humanos de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Buenos Aires (UBA); y dejó entrever que el conocimiento sobre Derechos Humanos es imprescindible para la formación de ideales de los estudiantes, ya que atraviesan todos los aspectos de la vida."Somos proclives de saber que tenemos deberes, pero tenemos muchos derechos que hay que defender, como el derecho a la vida, libertad y justicia".
Los derechos no son utopías
La mujer lleva consigo muchos años de incansable lucha. El 15 de abril de 1977 su hijo Gustavo, de 24 años, pasó a engrosar la lista de los desaparecidos, y a ser una víctima más de la impunidad. Desde aquel entonces, se lanzó a la calle para exigir justicia, y pese a los continuos reclamos, ningún gobierno supo brindar algún dato sobre el paradero de su hijo.
El joven era militante de la Juventud Peronista y luego pasó a las filas de los Montoneros. "Gustavo soñaba y luchaba por un mundo para todos; por otra Argentina donde la gente tuviera todo lo que necesita un ser humano para vivir con dignidad", recordó, y sentenció: "Se los llevaron porque eran militantes por la vida y por los derechos del pueblo". En ese punto, Nora Cortiñas manifestó que el trabajo, la salud educación, dignidad y justicia social "no son más una utopía".