na investigación sobre chagas en Ushuaia reveló que más de un 7% de la población de la capital fueguina está afectada por este mal originario de las zonas rurales del norte argentino y de países limítrofes con mayores riesgos endémicos. Los investigadores señalan que los registros están dentro de la media nacional, pero que son "elevados" si se considera que la provincia está libre del vector de la enfermedad: la vinchuca. Esto sería una consecuencia de las constantes migraciones externas e internas.
El documento fue recientemente expuesto en una Jornada Nacional de los Distritos Regionales de la Sociedad Argentina de Cardiología, desarrollado en Mar del Plata, donde disertaron destacados expertos en la materia. El trabajo fue gestado en los consultorios que brindan atención integral al paciente chagásico, que funcionan en los ámbitos público y privado en la cuidad.
El responsable de la investigación, el cardiólogo universitario César Berenstein, explicó que en este caso la labor se desarrolló sobre 185 pacientes, en edades entre 15 y 79 años, en los cuales se busca "contener la enfermedad" ya que el chagas sólo es curable hasta los 14 años de vida. Indicó que el especto social tiene una gran importancia, al señalar que esta población debe ser auxiliada desde el ámbito educativo y laboral.
De todos modos, el especialista estimó que en Ushuaia son más de 4000 las personas que padecen de esta afección. Incluso manifestó que durante el año 2005, cuando miles de agentes entraron a planta permanente en el Gobierno de la Provincia, los estudios preocupacionales de rigor detectaron más de 150 personas con cerología positiva en chagas. Por este motivo, los agentes de salud buscarán acercarse a esa población que todavía no estaría siendo atendida por consultorio.
Precisiones
Sobre el total analizado, el 40% eran extranjeros, mientras que el 60% restante de nacionalidad Argentina, provenientes de provincias del norte, como Jujuy, Salta , Santiago del Estero y Chaco. Dos nacieron en Tierra del Fuego, y la transmisión habría sido de madre a hijo. En el 90% de los casos la transmisión tendría origen vectorial, y en otros, por transfusión de sangre no segura.
En tanto, Berenstein precisó que casi un tercio estaban desocupados o con precariedad laboral; y más de la mitad de los afectados no tiene estudios primarios. Asimismo, desde el Programa Provincial de Chagas se han generado conexiones con el plan de alfabetización para mejorar su calidad de vida. No obstante, el médico aseguró que la mayoría de los pacientes no presenta cuadros más graves; esto lo demuestra que tienen plena capacidad laboral, motivo por el cual se busca certificar su aptitud, para evitar discriminación en este ámbito. Sólo en 7 casos fueron hallados diagnósticos severos.
El mal
El chagas es una enfermedad parasitaria, que entra al torrente sanguíneo a través de la picadura de la vinchuca. En general no presenta síntomas y es más común en zonas rurales del norte del país, donde se registra un mayor índice de pobreza, y existen necesidades básicas insatisfechas, puesto que el insecto habita en los techos construidos con pajas. Si la afección no es detectada a tiempo puede causar afecciones cardiacas graves, entre ellas el agrandamiento del órgano, taquicardia, y si no fuera debidamente controlada, pueden llevar a la muerte súbita.
Asimismo, otra población en riesgo epidemiológico son aquellas personas que recibieron trasfusiones de sangre no seguras (hace más de 10 años los controles no eran tan rigurosos), y los hijos de madre chagásica. Cabe destacar que los controles y los tratamientos están amparados por de la ley provincial 574, que regula la gratuidad de la atención. Estos casos son comunes en la provincia, y por este motivo el Programa de Chagas está orientado brindar los tratamientos correspondientes a la detección de la enfermedad en el embarazo y al cuidado del recién nacido, ya que durante los primeros años de vida el mal tiene posibilidad de cura.