"Il superstite, la vida de Odino Querciali, de Bondeno a Ushuaia"

Libro en homenaje a un pionero entrañable

27/03/2007
L

a vida de Odino Querciali, el estimado y reconocido poblador de la capital fueguina, fue recompilada por Miguel Ángel Mastroscello en un libro que busca inmortalizar la existencia de este hombre y a la vez reflejar parte de la historia reciente de la ciudad del fin del mundo. El autor, quien es jubilado y ex funcionario del Ministerio de Economía de la Provincia, presentó ayer, en el Antiguo Almacén de Maipú al 600, la obra póstuma titulada "Il superstite, la vida de Odino Querciali, de Bondeno a Ushuaia".
El texto registra las vivencias de este querido personaje que llegó al territorio fueguino en 1948 a bordo de un barco en el cual cientos de familias italianas escaparon de las miserias generadas por II Guerra Mundial, en búsqueda de nuevos horizonte, donde encontrar la paz y prosperidad en estas tierras lejanas.
Oriundo de Bondeno, Ferrara (un distrito ubicado en el centro de la península), arribó a la ciudad cuando tenía 31 años. Vino especialmente contratado por una empresa de constructora aunque al poco tiempo buscó abrirse camino con un negocio propio que llamó "Almacén Italiano", que en aquel entonces se emplazaba en la calle 12 de octubre, casi avenida Maipú.
Fue aquí donde echó raíces para formar su familia y desarrollar una intensa actividad comercial y social. Incluso fue el primer presidente de la Cámara de Comercio de Ushuaia y en ese rol Mastroscello recuerda que "tuvo un desempeño muy importante, porque tenía una visión estratégica y comprensión de los beneficios que podrían aportar a la población, y al desarrollo de la región". De ese modo, propició la apertura de nuevos mercados y apoyó los reclamos ante el gobierno nacional por la instauración de mecanismos de promoción para la isla.
En diálogo con el diario, el autor contó que en su andar, Querciali, cultor del bajo perfil, se manejó con una actitud transparente ya que el gremialismo empresario nunca fue utilizado en provecho propio, y tampoco lo usó como trampolín para ocupar cargos.
El protagonista de este libro dejó de existir el año pasado a los 88 años y durante el último tramo de su vida en varias conversaciones transmitió al escritor experiencias y todos aquellos hechos que quiso perpetuar. En ese sentido, Mastroscello expresó sentirse un privilegiado de poder completar esta obra, considerando que algún modo la existencia de su amigo entrañable es un humilde aporte a la historia local, puesto que, considera que es poca la bibliografía disponible desde 1920.

Etiquetas