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a editora Cultural Tierra del Fuego presentó ayer, en conferencia de prensa, el libro “El agua apagó el Fuego”, del reconocido fotógrafo Gustavo Groh, en la ex Casa de Gobierno y Antiguo Palacio Legislativo de la Provincia.
La séptima obra que publica la editora de Tierra del Fuego contiene una serie de imágenes vinculadas con la historia fueguina y de nuestro país. No es la primera vez que el fotógrafo rescata imágenes que tienen que ver con la identidad y la pertenencia y en esta obra “El agua apagó el Fuego” se observa un mayor compromiso del autor con la historia del lugar.
Groh consideró que la obra tiene que ver con “revisar cuestiones con la memoria y no pasen al olvido”, de manera que las imágenes registradas puedan hacer reflexionar sobre el pasado, porque quizás esos lugares ya no estén en el mañana. Comentó que trabajó desde 2004 en la obra que ayer se dio a conocer a la prensa y que el próximo 11, a las 19,30 se presentará en público, en el Museo del Fin del Mundo.
El libro tiene veintiocho fotografías documentales en el que el profesional muestra en cada página refugios, ranchos, artefactos bélicos, paisajes intervenidos y logra con esos “lugares estratégicos, traer el pasado al presente”, de lo que tuvo que ver con el desvanecido conflicto bélico, entre Argentina y Chile por el litigio de las islas Picton, Lenox y Nueva.
Las fotografías de la serie del libro “El agua apagó el Fuego” son en blanco y negro se sacaron con una máquina estenopeica de placa fotográfica. Groh explicó que se trata de un artefacto que “tiene un estonopo, que es un agujerito que permite el ingreso de luz controlada con una madera, que funciona a modo de obturador. Es rudimentaria y uno no puede mirar a través de la cámara para encuadrar y se obtiene una imagen de poca definición”.
Las imágenes, tomadas con una técnica especial, no llevan epígrafes precisamente porque permiten reconocer los lugares y reflexionar sobre el conflicto del Canal Beagle y esos paisajes que son históricos y significativos porque allí estuvieron los soldados argentinos y a pesar del tiempo “El agua apagó el Fuego” nos traerá a la memoria esas secuencias del pasado.
Las fotografías que registró Groh tienen esa simpleza en su presentación donde sobresale cada imagen impregnada de significados y hechos históricos que tienen que ver con nuestra realidad del pasado y se distingue en ellas la profundidad de los sentimientos puestos en cada registro por rescatar los lugares bélicos, en el que no pasa desapercibido el contexto del paisaje, del mar, las montañas, las situaciones del conflicto, tanto desde Argentina y Chile.
La tapa el libro llama la atención tanto por el color, en la gama del color magenta, como por la textura que logra sentirse entre las manos, así como el título de la obra en letras grandes en relieve que se puede percibir. El fotógrafo tuvo en cuenta varios detalles que se aprecian en la obra y tiene que ver con la técnica, el papel, las secuencias difusas (o con poca nitidez), la presentación, las imágenes sin epígrafes y el título, para traer el pasado al presente y reflejar en la memoria la serie de secuencias históricas “El agua apagó el Fuego”.
También cabe señalar que el epígrafe pertenece a la docente María Teresa Luiz, quien escribe sobre esa “mirada del pasado” y hace referencia a “la conmemoración del 30º aniversario de la mediación papal que culminó con la solución pacífica del litigio fronterizo”.
Finalmente, Groh consideró que la presentación del libro es el cierre del trabajo que inició hace seis años, cuando fue “descubriendo estos paisajes” del Canal Beagle, vinculados con el posible conflicto bélico de 1978. Asimismo, cabe recordar que una composición de dieciocho imágenes de esta obra circuló por salas en Miami, Nueva York e Italia.