L
a insistencia legislativa en la sanción de la nueva ley de dietas que referenció la remuneración de la Gobernadora a 7 veces el monto de escala que percibe una categoría 10 del escalafón legislativo, y no ya a la categoría 10 del escalafón seco de Administración Central, ha generado un verdadero desafío matemático a la hora de poder determinar a ciencia cierta cuál fue el porcentaje en que se han incrementado las remuneraciones de los funcionarios provinciales electos desde diciembre del año pasado a esta parte.
Partiendo de la base de la información suministrada por el Ejecutivo fueguino, a lo largo de este 2011 el escalafón seco de la Administración central percibió una recomposición salarial, escalonada, del 22%, por lo que hasta la promulgación de la nueva ley de dietas (la 851), la remuneración de la Gobernadora y la dieta de los Legisladores debieron haberse visto incrementadas en ese mismo porcentaje, es decir, un 22%, al que ahora debe adicionarse un 11% ya que esa es la diferencia que existe entre el haber de escala de una categoría 10 del escalafón legislativo y una categoría 10 del escalafón seco de la Administración Central. Por lo tanto, y si las matemáticas no fallan, las retribuciones de los funcionarios provinciales electos por el voto popular deberían acumular en lo que va del año un aumento del 33%.
Es decir, si en diciembre de 2010 la remuneración bruta de la Gobernadora era de 19.887 pesos, la correspondiente al mes de septiembre –nueva ley de dietas mediante– debiera ser de 26.450 pesos. Pero ello no es así, ya que la remuneración de la mandataria es de 30.176 pesos, ya que resulta equivalente a 7 veces los 4.310 pesos que corresponden al haber de escala de la categoría 10 de Legislatura, por lo que la diferencia con la percibida durante el último mes del año pasado es de un 51,7%.
Otro tanto ocurre con la dieta de los Legisladores. En diciembre del año pasado alcanzaba los 17.898, en tanto que la que percibirán por el mes de septiembre asciende a 27.158 pesos (el 90% de la remuneración de la Gobernadora). Como en el caso anterior, la diferencia punta a punta marca un incremento del 51,7%.
Matemática, estás ahí…
Para tratar de explicar este fenómeno matemático parece conveniente retrotraerse en el tiempo hasta diciembre de 2010. El martes 21 de diciembre la Legislatura aprobó por mayoría un proyecto de ley que, bajo el argumento de recuperar la facultad constitucional de fijar la remuneración de la Gobernación, dispuso en la práctica un aumento en las retribuciones que perciben los funcionarios electos. Ello por cuanto se resolvió que la remuneración de la mandataria ya no fuera “equivalente a 7 veces el total de escala de la categoría en la que revistan la mayor cantidad de agentes del Escalafón Seco de la Administración Central”, sino al equivalente a 7 veces el total de escala de la categoría 10 del escalafón legislativo.
Por aquél entonces Fabiana Ríos percibió una retribución de 19.887 pesos. A principios de año el Ejecutivo dispuso comenzar a aplicar recomposiciones salariales para el escalafón seco, por lo que en enero la remuneración de la Gobernadora trepó a 23.667 pesos, en marzo a 25.771 pesos y a 27.157 en junio. Hasta allí, el aumento resultada equivalente a un 36%. Obviamente, la misma suerte corrieron las dietas de los Legisladores, que pasaron de 17.900 pesos en diciembre, a 21.300 en enero, 23.195 en marzo y 24.450 en junio.
Durante ese mismo período, el escalafón seco, en función de los acuerdos salariales firmados por el Ejecutivo, vio incrementado sus haberes en un 22%.
Ahora, si la remuneración de la Gobernadora estaba referenciado al haber de escala de la categoría 10 del escalafón seco, cómo es posible que su retribución haya experimentado un aumento del 14% por encima del que fuera otorgado para ese escalafón. O bien no se respetó la proporcionalidad fijada por ley 805 o el escalafón seco se vio beneficiado con una mejora salarial superior a la informada oficialmente.
Esta última parecería ser la respuesta más acertada.
Del 25% al 11%
A fines de diciembre del año pasado, al momento de vetar el proyecto de nueva ley de dietas el Poder Ejecutivo afirmaba que la modificación en la base de cálculo para la determinación de la remuneración de la Gobernadora implicaba un aumento del 25%, ya que esa era la diferencia de salarios entre la categoría 10 del escalafón seco y del escalafón legislativo.
Como ya se ha dicho, hasta el mes pasado el escalafón seco habría recibido una recomposición salarial del 22%. En tanto, los empleados legislativos percibieron una mejora en sus haberes del orden de un 20%.
Si a la diferencia del 25% que existía entre ambos escalafones a fines de 2010 le sumamos el 20% de aumento en los salarios legislativos y le restamos el 22% correspondiente al escalafón seco, la diferencia de haberes entre ambos escalafones se ubica en el 23%.
Por ello, con la aplicación del nuevo mecanismo de referenciación de remuneración de los funcionarios electos (7 veces el haber de la categoría 10 del escalafón legislativo), la retribución de la Gobernadora y la dieta de los Legisladores deberían haberse visto incrementadas en ese 23%, pero en la realidad ello no es así, ya que la mejora es del 11%.
La única manera de que los números cierren pasa porque el escalafón seco hubiera obtenido una mejora del 34%.