E
l crecimiento detectado en el censo llevado adelante por Nación el año pasado reflejó un aumento poblacional del 26% en toda la isla durante la última década y, si bien la provincia se ubica segunda en el ranking argentino de dicho crecimiento (después de Santa Cruz), desde la Dirección de Estadísticas y Censos de Tierra del Fuego, remarcaron que el aumento por migración fue menor que en otras olas migratorias, como por ejemplo la experimentada a principios de los 80. Hoy, de unas 26 mil personas más que en 2001, solo 5 mil son llegados de otros lugares.
Otra particularidad subrayada por las autoridades del organismo técnico provincial, y obtenida con los primeros datos enviados desde Presidencia, radica en la existencia de un envejecimiento de la población, con una mayor proporción de hombres y mujeres mayores a 65 años; lo cual se suma a un alto porcentaje de nacimientos.
El titular de Estadísticas y Censos, Daniel Déramo consideró que ese 26% de incremento en la densidad demográfica “es poco si uno lo analiza con períodos anteriores donde el crecimiento fue mayor” y, aunque continúa siendo una tasa alta, reiteró que “en la década de los 80 el crecimiento fue mayor”. “Podemos estar desbordados porque estamos creciendo nosotros, no porque vienen de afuera”, opinó el director, respecto de la situación habitacional en nuestra región.
“Sigue siendo una tasa alta, en comparación con el resto del país, pero lo que muestra la tendencia del crecimiento poblacional es que estamos empezando a estabilizarnos con crecimientos más razonables, no creo que vuelvan a venir picos”, sostuvo el funcionario del área técnica, y agregó que “se empieza a insinuar una tendencia al envejecimiento de la población, cada vez hay más cantidad de personas, hombres y mujeres, que superan los 65 años, eso se va a ir viendo claramente con el tiempo, pero ya está empezando a dar indicios, que es un fenómeno vinculado a las sociedades modernas”.
Consultado sobre la creencia colectiva de una masiva y constante migración, acerca de esa sensación social de que la provincia es invadida permanentemente, Déramo insistió en que “a comparación de lo que fue en las décadas anteriores bajó muchísimo” la llegada de extranjeros. “Está creciendo mucho a nivel interno la provincia, la gente vive más y nacen más, entonces eso aumenta la pirámide, si aumenta la pirámide, por más que no venga gente de afuera, igual hay que responder a ese crecimiento, porque son personas que de acá a 20 años van a querer sus viviendas”, precisó.
La mayor presencia de personas de otros países sigue siendo de procedencia chilena, y luego aparecen los residentes de la comunidad boliviana; y hay 10 mil viviendas más habitadas en toda la provincia, entre casas y departamentos, incluyendo las nuevas edificaciones privadas y los programas aplicados por el Instituto Provincial de Vivienda en los últimos 10 años.
Asimismo, utilizando un multiplicador común de tres personas por vivienda, relacionando los 57 mil habitantes de Ushuaia y las 16 mil viviendas registradas, podríamos decir que el censo arroja una cifra de alrededor de 6 mil personas que no tienen vivienda propia en la capital fueguina, una proporción de 2 mil familias.
Por otra parte, en toda la isla casi 7 mil viviendas se encuentran deshabitadas, lo cual podría ser un factor a tener en cuenta respecto del alza en el valor de los alquileres, y significaría que miles de personas no viven en la provincia, lo cual, siguiendo el patrón del 3x1, alcanzaría un número de alrededor de 20 mil personas.
Toda la información se desprende de los primeros datos de la encuesta desarrollada a finales del año pasado, cálculos enviados por Nación y evaluados por la Dirección de Estadística y Censos de Tierra del Fuego.