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anejar en Ushuaia puede convertirse en una experiencia extrema, al punto que la sensación de caos se impone al circular por determinados sectores y en horas pico. La ciudad parece saturada y la problemática se agudiza día a día.
Hay varios factores que se combinan para ello. Por un lado, un parque automotor que diversas fuentes ubican en alrededor de 45.000 vehículos de todo tipo y que va en franco crecimiento.
Una muestra de ello es el incremento de los patentamientos en los últimos años y también puede mencionarse el constante aumento en el otorgamiento de licencias de conducir. A esto hay que sumar las características topográficas de la ciudad que no permiten un desarrollo acorde de la traza vial, y un clima riguroso que incide durante gran parte del año.
Pero también hay un trasfondo cultural estrechamente ligado a la idiosincrasia de los argentinos, que se refleja en el sistemático desconocimiento de todo tipo de autoridad y se plasma en un manejo desaprensivo en el que predomina la intolerancia, y se vulneran constantemente los derechos del resto de los conductores y de los peatones.
Más allá de las experiencias cotidianas de quienes se sientan frente a un volante, algunas cifras permiten visualizar la magnitud de la problemática. El año pasado se patentaron 4.297 vehículos y se otorgaron 8.488 licencias –casi 1.500 más que en 2010–, mientras que en lo que va del año ya se entregaron 2.385.
En tanto, en 2011 se infraccionaron 12.579 vehículos, y el total de unidades incautadas fue de 1.347.
Cabe mencionar que entre las principales causas de las infracciones labradas por los agentes de tránsito se ubicaron el mal estacionamiento, hablar por celular al conducir, falta de licencia, circular sin cinturón de seguridad, y circular en estado de alcoholemia positiva.
Consultados por EDFM, funcionarios municipales y concejales coincidieron en las lecturas, compartieron diagnóstico y admitieron que la búsqueda del ordenamiento vehicular debe ser una de las prioridades para el Estado municipal.
Pero también advirtieron que las soluciones no llegarán de un día para el otro, y que más allá de todas las acciones que se puedan implementar a nivel institucional hace falta un cambio de raíz en lo que hace a las conductas de quienes manejan e incluso las de los propios peatones, que también son actores del tránsito.
Dar continuidad al mejoramiento de la red vial, implementación de fuertes campañas de prevención y concientización, normativas acordes a las realidad, profundización de los operativos de tránsito, un transporte público de excelencia y un trabajo interinstitucional son las principales herramientas que fueron consideradas fundamentales para terminar con la problemática.
“Sensación de ciudad desbordada”
La concejal Viviana Guglielmi (UCR) señaló que “cuando hablamos del tránsito todos tenemos la sensación de que la ciudad está desbordada” ya que “tenemos una cantidad de vehículos circulando para la que las calles no están preparadas, e incluso las normativas vigentes en algunos casos han quedado desactualizadas. Esto invariablemente nos lleva a una situación de caos, sentimos que estamos en el caos”.
“Hablar de tránsito es hablar de un subsistema dentro del sistema de la ciudad, por lo que no pueden haber soluciones puntuales e inconexas”, evaluó, y apuntó que “acá hay un problema operativo, un problema legal, un problema normativo y todo esto tiene que ser analizado y visto en su conjunto porque si no seguramente nos vamos a equivocar. Si, por ejemplo, ponemos un semáforo en determinada esquina sin analizar la circulación, qué pasa en la otra esquina o el sentido de las manos, seguramente no dé la solución que se espera”.
Como caso testigo la edil mencionó que “una de las arterias más complicadas es la Perito Moreno, en esa arteria coexisten un uso industrial, uno educativo y uno residencial. Tenemos camiones, contenedores, autos estacionados, y hay riesgo para la vida de las personas. Para este caso puntual el Municipio encaró un proyecto integral pero no alcanza. Tenemos que trabajar en normativas que lo acompañe y desde ya necesitamos realizar campañas importantes de difusión y educación”.
Para Guglielmi “es fundamental trabajar con los chicos en la escuela y en todo lo que sea meternos en la red comunitaria a fin de que todos entendamos que hoy tenemos otra ciudad”.
En tanto, sostuvo que “va a ser importante que la comunidad se involucre” ya que “esto no puede ser solo la decisión de un Ejecutivo porque son cuestiones que nos afectan a todos y nos trascienden, y en lo que nos equivoquemos hoy afectará a los que vienen. Por eso es muy importante usar todas las herramientas que nos da la Carta Orgánica Municipal y darle a la comunidad la oportunidad de que se involucre y pueda decidir qué quiere hacer”.
“Caos en las horas pico”
El edil Mario Llanes (PJ) dijo que a su criterio “el caos se da en las horas pico y en determinados lugares de la ciudad, como por ejemplo la salida de las fábricas, o las entradas y salidas de los colegios”.
En ese marco, precisó que “tenemos que empezar a trabajar en un ordenamiento vehicular porque la población creció, tenemos cada vez más autos y tenemos las mismas arterias” y una de las alternativas es “ver cómo potenciamos la red vial”.
En esa línea, indicó que “es fundamental sentarse con los diferentes sectores involucrados en el tránsito para buscar soluciones, porque de otra forma esto va a pasar a ser un caos generalizado. Llegamos a un techo y ahora debemos analizar, con todos los elementos que tenemos, qué acciones tomamos para contrarrestar este problema”.
“Sin cambios va a empeorar”
El titular del cuerpo deliberativo, Damián de Marco (MPF), resaltó que “el diagnóstico que tenemos es el mismo que el de cualquier vecino, y es que la cantidad de vehículos y la geografía de la ciudad marcan que si no hay cambios los problemas a futuro van a ser mayores”, por lo que “hay que empezar a generar las medidas necesarias para lograr un tránsito más equilibrado y ágil”.
En función de ello recalcó que “el Estado municipal debe trabajar en forma conjunta desde el Ejecutivo y el Concejo Deliberante”, y dijo compartir el proyecto de Llanes de “crear un espacio en el que estén todos los sectores relacionados con el tránsito para discutir seriamente”.
En cuanto a soluciones expresó que “si mejoramos las arterias de la ciudad va a haber una agilización del tráfico” a lo que sumó “otras medidas como el cambio de circulación de calles, la apertura de una arteria a través del predio de la Base Naval que una el norte de la ciudad con el centro, y los lugares para estacionar –espacios que permiten un ordenamiento vehicular”–, las cuales “son cuestiones individuales que hacen a lo general”.
“En todos los casos tenemos que tomar medidas serias a corto, mediano y largo plazo, pero la realidad no se va a cambiar de la noche a la mañana”, previno, y además “hay que analizar el impacto de las medidas que se tomen”.
Sin embargo, enfatizó que “lo importante es que hay coincidencias y hay voluntad política para atacar el problema”.
El componente cultural
Sobre las costumbres y los “vicios” de los conductores, Guglielmi anotó que “los controles son un resguardo que tiene la comunidad y la sociedad debe comprender que necesitamos esa herramienta porque no hay comunidad que se auto controle”, tras lo cual valoró que “también tienen un papel muy importante en lo que es la prevención de accidentes”.
No obstante, afirmó que “por sobre todas las cosas deberíamos poder superar esa cuestión cultural que nos lleva a evadir, y en la medida de que haya más conciencia habrá menos accidentes y necesitaremos menos controles. Creo profundamente en las campañas de concientización y en la educación, sin ello todo lo que se haga no va a servir”.
Mientras tanto, Llanes consideró “necesario que comencemos a ser tolerantes con el otro”, y una de las herramientas para contribuir a ello es “la creación de una escuela municipal de manejo en la que haya una simulación de nuestras arterias” porque “la gente viene de distintas provincias y no está acostumbrada a manejar con hielo o con nieve, o en calles con subidas y bajadas pronunciadas. Esto permitirá no solo adecuar el manejo si no también crear conciencia en los conductores sobre la responsabilidad de manejar en una topografía como la que tenemos”.
En sintonía con sus pares, De Marco hizo hincapié en que “los controles de tránsito deben continuar ya que como conductores tenemos responsabilidades y debemos respetar las normas de tránsito”.
También destacó la importancia de que los vecinos puedan contar con una escuela de manejo municipal que “enseñe tomando en cuenta las normativas vigentes, la idiosincrasia nuestra y la geografía particular de la ciudad”. |
Transporte público, una herramienta
A la hora de analizar herramientas que sirvan para morigerar al actual estado de situación, la concordancia es total en cuanto a lo que puede aportar un transporte público acorde a las necesidades de la ciudad.
Para Llanes esto “contribuiría a que la gente modifique algunos hábitos y utilice menos sus vehículos”, aunque mencionó que “tampoco serviría de nada si para ir de las 640 Viviendas al centro un colectivo demora 30 minutos en hora pico”, por lo que insistió con que “hay que atender la problemática en forma integral”.
A su vez, De Marco sugirió que “el servicio debe ir mejorando constantemente porque redundará en un menor uso de los vehículos particulares, al contar los vecinos con otras opciones.
Por su parte, Guglielmi informó que el Municipio “ya está trabajando en los pliegos de la licitación porque en diciembre tiene que estar funcionando la nueva empresa” y este proceso “nos parece una buena oportunidad para ir colectando todas las quejas e inquietudes que se presentan, que en definitiva son aportes porque todo lo que sea para mejorar sirve. Queremos que lo que venga sea mejor que lo que tenemos para que haya una opción valedera que permita prescindir del uso de los vehículos particulares, a fin de descomprimir el tránsito en Ushuaia”. |
Controles de tránsito: “Somos hijos del rigor”
En la búsqueda de una mejora de la calidad del tránsito en la ciudad, la estrategia del Municipio tiene como pata fundamental el trabajo que lleva adelante la Dirección de Tránsito a través de sus operativos de control.
El titular del área, Miguel Díaz, aclaró en diálogo con EDFM que “en relación al tamaño del parque automotor no podemos hacer nada”, aunque “estamos haciendo cada vez más operativos sorpresa en distintas horas del día”.
El funcionario explicó que “durante mucho tiempo los operativos tuvieron un carácter preventivo”, pero “yo te puedo decir dos o tres veces que no uses el celular cuando manejás o que te pongas el cinturón, pero si no lo hacés es un problema cultural; somos hijos del rigor”.
Asimismo, destacó que una de las particularidades que reflejan los controles de alcoholemia es que “hoy por hoy la mayor cantidad de personas que conduce bajo los efectos del alcohol son los adultos y no los adolescentes”, y en esa línea cuestionó que “los adultos creen que tienen mayor inmunidad pero no es así”. En cambio, resaltó que “en general los chicos salen de los boliches, van caminando al control y después se van en taxi, no manejan”.
En esa línea, valoró que en las fiestas de fin de año “no llegamos al 50% de vehículos secuestrados en relación a las fiestas anteriores”, y si bien “siguen habiendo casos de alcoholemia” la realidad marca que “bajaron muchísimo”.
En cuanto a una problemática ya clásica como los horarios de entrada y salida de las escuelas de la ciudad, Díaz apuntó que “estamos manejando alternativas para no generar los trastornos que se producen en esas horas pico, pero más allá del esfuerzo que hagamos y las medidas que tomemos es necesaria la colaboración de los padres para que no se generen desbordes”.
Otro tema que causa preocupación es el de las picadas, sobre lo cual manifestó que “tenemos muchas denuncias e incluso agarramos a conductores corriendo”.
En este caso también “estamos buscando alternativas para, más allá de sacar de circulación a los autos que no estén en regla, lograr que los que estén en regla circulen como corresponde”. |
