Colaboración - Ya representa el 5,6% del PBI - Público privilegia uso de tarjetas a créditos personales

No para el crédito al consumo: crece a un ritmo de 43% en 2012

19/09/2012
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or: Pablo Wende

El crédito al consumo sigue creciendo sin pausa, a pesar de la desaceleración de la economía y de los propios pronósticos del BCRA, que auguraban una expansión bastante más moderada. El aumento interanual supera el 43%, pero con tendencia ascendente. Además, el cepo cambiario promueve un aumento en la circulación de pesos en el mercado local, lo que al mismo tiempo repercute en una mayor disponibilidad de fondos para volcar a las necesidades financieras del público.
Según un informe de Deloitte Corporate Finance, que consolida los datos a fin de mayo, el stock total de los préstamos destinados al consumo sumaba $ 109.800 millones. La cifra se ubica 43,3% por encima del mismo mes del año anterior y representa además un salto hasta 5,6% del PBI, la cifra máxima registrada en la Argentina en los últimos años. Como la suba de los préstamos al consumo es muy superior a la evolución del PBI, todo indica que esa relación irá creciendo a lo largo del tiempo.
Pero según enfatiza la propia consultora, el margen de crecimiento aún es muy grande. Sucede que este segmento se ubica aún lejos de lo que sucede en otros países como Chile o Colombia, donde el crédito destinado al consumo representa el 9,7% del Producto. Por lo tanto, para llegar a ese nivel aún quedaría un amplio margen de incremento, cercano a otros $ 73.000 millones.
Si bien el gobierno está enfocado en que los bancos aumenten el crédito a la producción, el financiamiento al consumo goza evidentemente de muy buena salud, lo que también favorece a las políticas oficiales. Sucede que en un contexto de elevada inflación, la posibilidad de financiarse vía tarjeta o con un préstamo personal representa una mejora en el poder adquisitivo.
El endeudamiento promedio de las familias aún se mantiene en valores bajos: apenas representa 2,1 sueldos, lo que está dentro de la tendencia que se observa por lo menos en los últimos cinco años. Por supuesto, se trata de una estadística, por lo que hay familias mucho más endeudadas y otras que directamente no tomaron préstamos.
Pero, ¿cuáles son los principales componentes que explican el crédito al consumo?
. Préstamos personales de los bancos: Llegan a $ 64.000 millones y es el principal rubro, pero presentan una tasa de crecimiento algo menor que el promedio de los últimos años, ubicándose en el 40% interanual.
. Tarjetas de crédito: Es el otro gran rubro de financiamiento al consumo a través de los bancos. El stock de uso de tarjeta es menor, llega a $ 46.000 millones, pero el incremento interanual es astronómico, llegando al 53%. La explicación es que la gente prefiere en forma creciente contar con mayor flexibilidad a la hora de gastar en vez de estar “atado” a una cuota fija.
. Fideicomisos financieros: Es la estructura que utilizan los bancos y entidades que operan por afuera del sector financiero para financiarse. Como estos productos están respaldados por préstamos personales y flujos de tarjeta de crédito, hay que contabilizarlos ya que no están dentro del balance del sector financiero. De todas formas, como hay mucha liquidez en el sistema los bancos recurren menos a este tipo de esquemas. Suman casi $ 4.000 millones.
. Préstamos extrabancarios: En los últimos años crecieron fuerte las casas de electrodomésticos y compañías destinadas a financiar consumo, que actúan por afuera de la órbita del sistema bancario. En muchos casos apuntan al segmento informal que no se puede financiar a través de la banca. El stock estimado del sector es de $ 15.500 millones.
Uno de los datos que se destaca del trabajo elaborado por Deloitte es que la mora se mantiene en niveles históricamente muy bajos. Si bien se nota un aumento en la primera parte del año, la tendencia a partir de mayo se fue estabilizando y ya presenta señales a la baja. La disminución de la actividad económica, inflación y suspensiones juega en contra del normal cumplimiento en los pagos. Pero, al mismo tiempo, las paritarias que se vienen cerrando en los últimos meses resultaría clave para detener la tendencia. Para los préstamos al consumo, la tasa de morosidad se ubica en 3,5%, mientras que en tarjetas se ubica en el 2,38%. Son número que se mantienen lejos del pico de incobrabilidad que se había producido en 2009, en medio de la crisis financiera, cuando se habían tocado niveles de 5,17% y 3,5% respectivamente.