E
l responsable de la Cancillería británica para asuntos de América Latina, Hugo Swire, admitió que el referéndum que se realizó en Malvinas “no cambia nada desde el punto de vista legal”.
El funcionario, que efectuó declaraciones en la cadena BBC, reconoció que el reférendum, que no fue aceptado por Argentina ni por las Naciones Unidas (ONU), “no cambia nada desde el punto de vista legal”, sino que busca “enviar el claro mensaje de que los isleños decidieron permanecer como parte del Territorio de Ultramar”.
Al parecer el canciller omite que se trata de un conflicto bilateral, donde la opinión de la población implantada no tiene relevancia ni validez legal.
En tal sentido, las declaraciones de Swire son parte de la inmediata reacción de Londres para sacarle rédito político al referendo, en el que el 99,8 por ciento de los habitantes de Malvinas votó a favor de permanecer bajo soberanía del Reino Unido.
Por otra parte, en ese marco, el primer ministro británico, David Cameron, opinó que Argentina “debe tomar nota” del resultado en el que los isleños “no podrían haber hablado más claro”.
En otro párrafo sostuvo que los residentes en Malvinas “quieren seguir siendo británicos y su pensamiento debe ser respetado por todos, incluyendo Argentina”.
Por último, recordó que “siempre dejamos en claro que creemos en el derecho de los isleños de determinar su propio futuro”, comentó el canciller y pidió “que todos los países acepten el resultado”.
Cabe destacar que la ONU rechazó la libre determinación de los pueblos que propuso el Reino Unido, en dos oportunidades, por lo que tal consulta carece de validez internacional.