Proponen construir dos puertos y fabricar en el país los buques de transporte

Jóvenes fueguinos elaboraron una alternativa de cruce entre la isla y el continente

12/05/2013
I
nspirados en el espíritu patriótico de la Fuerza de Orientación Radical de la Joven Argentina (FORJA) y en la recuperación y creación de organismos estatales trascendentales (IAPI, ELMA, Gas del Estado, Ferrocarriles Argentinos y otros), la Federación Popular del Transporte (FEPOTRA) “Eva Perón” nació con el objetivo de trabajar para recuperar o crear los medios de producción estratégicos para el desarrollo de la Nación. Teniendo como referentes en Tierra del Fuego a David Orlando, Clara Makin, Alejandro Guerizoli y Nora Campaña.
Con ese objetivo y frente a la diversidad que posee y que proyectan para el sistema de transporte Argentino, la Federación decidió establecer cuatro foros: Ferroviario, Carretero, Aeronáutico y Naval. “Donde cada uno de ellos trabaja para elaborar un plan integral que rompa con los resabios coloniales de los que aún la Argentina no logra desprenderse”, explican los jóvenes como enunciado.
El Plan Naval, por ejemplo; entregado a la Presidenta de la Nación el 23 de abril del 2012, busca crear el Ministerio de Asuntos Navales y Marítimos, para reactivar la industria naval y recuperar para el País, el comercio exterior que hoy esta en manos de unas pocas multinacionales, como lo son Mediterranean Shipping Company, Maersk Sealand, Hamburg Sud, Evergreen, Compagnie General Maritime – Compagnie Maritime Atlantic, Maruba, entre otras.
“La política de bajo perfil que caracteriza a las transnacionales, la privatización de las empresas del Estado y la desregularización de la actividad implantada desde el gobierno de Menem–Duhalde, ha llevado al país a entregar la facturación del comercio exterior a las multinacionales”, sostienen.
Frente a este escenario, el Plan Naval elaborado prevé como proyecto macro, la creación de 137.170 puestos de trabajo –lo que significa un punto menos en los índices de desocupación–, entre astilleros, navalpartistas, proveedores y actividades conexas; a partir de la reconstrucción de la Flota Mercante de Bandera Nacional, incorporando como capital nacional; 107 graneleros, 39 petroleros, 14 portacontenedores y 840 buques de pesca entre fresqueros, congeladores y de rada o ría.

Una nueva alternativa después de 23 años de provincialización

En ese contexto, los referentes de la FEPOTRA en Tierra del Fuego comenzaron a trabajar con el objetivo de plantear una alternativa válida que permita concretar después de 23 de años de provincialización, el tan necesario cruce por aguas argentinas. Y además, comenzar a ejercer soberanía en el espacio marítimo, en la boca oriental del Estrecho de Magallanes.
Para ello plantean como primer hecho, “una fuerte campaña de concientización sobre el nuevo escenario del país”, para que la sociedad haga propio esta necesidad que no es otra cosa que vincular de manera directa (y sin necesidad de cruzar por territorio chileno), el área nacional continental, con la isla grande de Tierra del Fuego.
Los jóvenes aseguran que “no es imposible”, concretar el cruce desde Cabo Espíritu Santo (Tierra del Fuego) hasta Cabo Vírgenes (Santa Cruz), no solo porque se posee el marco legal de la ley 26.776, aprobada por unanimidad el 3 de octubre del año pasado, sino porque “existe la voluntad política, la mano de obra, una industria naval de excelencia –a partir de la vasta y demostrada experiencia que posee el astillero Río Santiago–, y además las reservas del BCRA listas para invertirse en mayor desarrollo”.
De tal manera, la propuesta está basada en la construcción de dos puertos, uno a cada boca del Estrecho de Magallanes, y a su vez la fabricación de dos grandes buques tipo roll on – roll off, de 150 metros de eslora, 22 metros de manga, 16 metros de puntal y 2 motores de 6.550 HP por hélice; con una capacidad de carga de 45 camiones, 4 micros, 75 auto–moto–bici, y 363 personas asociadas a dichos vehículos. Lo que triplica la actual capacidad de carga de las barcazas chilenas. En tanto que para el cruce, el tiempo de cruce estimado sería de 3 horas, para recorrer los 25 kilómetros que separan ambos puntos de la geografía continental e insular.
A partir de ello, visualizan y sienten que se puede ejercer de manera efectiva “la soberanía marítima para controlar el tránsito internacional que utiliza el Estrecho de Magallanes”, como alternativa al Canal de Panamá, “la instalación de empresas argentinas que brinden servicios de navegación segura, abastecimiento de víveres, combustible, alquiler de muelles, provisión de agua y energía, reparaciones programadas y de urgencia, y muchos otros servicios de mano de obra y capital nacional”.
Solamente con la construcción de los dos buques aseguran que ello significará la creación de “445 puestos de trabajo en los astilleros, 667 puestos de trabajo en los naval–partistas y 1.557 puestos de trabajo en las sociedades donde los trabajadores de los astilleros y los naval–partistas gasten sus sueldos”. En total 2.669 puestos de trabajo durante los 3 años que está calculada la fabricación de ambas naves.
En cuanto al trabajo que se generará ambas en provincia, los militantes de la Federación aseguran que por un plazo de 3 años, la obra civil ocupará más de 800 puestos de trabajo para el puerto en Tierra del Fuego y otro tanto en Santa Cruz, sumado a los 650 calculados que se emplearán en la producción de insumos para las construcción en paralelo de ambas obra. Todo ello sin dejar de lado “el reflejo social” que tendrá en la economía fueguina y santacruceña “la suma de todos esos sueldos”.

Una Argentina bi-continental

Desde una clara visión bi-continental de la Argentina, a partir de una fundación histórica sobre el continente Sudamericano que se extiende hacia el otro continente austral, la Antártica; la FEPOTRA convoca a reafirmar la existencia de “un país marítimo donde Tierra del Fuego se constituye en el centro” del mismo.
Por lo que consideran de “real importancia” replantear “cuál debería ser la matriz económica provincial. Porque para ellos, “seguir creyendo que Tierra del Fuego es industrial es un gran error. La provincia debe comenzar a tener conciencia de la importancia geopolítica del Atlántico Sur. Los megabuques que están construyendo las multinacionales ya cuentan al Estrecho de Magallanes como parte subordinada a las redes troncales del planeta, además de la explotación pesquera que hacen hoy las mismas empresas en nuestro Atlántico Sur, el océano más rico del mundo en kril, plancton y oxígeno”, enumeran.
Asegurando, que si la provincia fuera “consciente de la necesidad de ejercer soberanía en la totalidad de nuestro territorio”, el reclamo por la recuperación de las Islas Malvinas “sería mucho más contundente”, y hasta posible. “Ese es el máximo objetivo. Ponerle fin al colonialismo imperial en América del Sur, apropiarnos de nuestra riqueza y redistribuirla generando más y mejores puestos de trabajo”, indican este grupo de jóvenes que creen estar al frente de “una lucha fueguina inconclusa”, y ante “la necesidad imperiosa de toda la Patria Grande”.
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