E
l pasado martes se difundió a través de medios gráficos de Tucumán, el mal momento que pasaron dos personas oriundas de la ciudad de Río Grande, que vacacionaban en dicha provincia. Walter Taboada y Lorena Paz fueron abordados en un control de tránsito en la esquina de las calles Mendoza y Salta en el microcentro, donde dos agentes le solicitaron dinero para evitar el secuestro del automóvil.
"Vivimos una situación muy rara, complicada para nosotros. Es la primera vez que pasamos por esto. Estábamos buscando una farmacia por el centro y un taxista nos indicó: 'llegas a la esquina, haces tres cuadras y media'. Cuando doblamos nos pararon los inspectores de tránsito. Nos pusieron a un costado, porque entramos en contramano", relataron en diálogo con el Diario La Gaceta de Tucumán.
Luego explicó que los inspectores solicitaron los papeles del automóvil y del conductor, y “cuando vieron de dónde éramos, me llamaron para comenzar el lavado de cerebro. Me dijeron que me tenían que secuestrar el vehículo. Con el handy llamaron a la supuesta grúa y me explicaron que recién mañana lo iba a poder recuperar, después de pagar $ 1.500 de multa, además de la estadía y el traslado", detalló Taboada.
“Nunca nos dijeron que esa calle era nueva, que habían cambiado hace poco el sentido”, agregó el mismo, señalando que todos los años recorre esta región del país.
Lo que parecía un control de tránsito, se transformó en un pedido de coima, “cuando nos vieron preocupados, me dijo que él (inspector) cobraba un subsidio, como un plan del gobierno y que no le alcanzaba para llegar a fin de mes. Que si él me hacía una 'gauchada', que yo le retribuya con algo. Ahí le pregunte qué era eso y respondió: 'acostumbro a cobrar el 30%, esa es mi comisión", aseguró.
Finalmente, todo se resolvió mediante el pago, "'subí al auto, discretamente sentate. Te voy a pasar esto (una especie de carpeta), levantas el broche y pones la plata aquí abajo'. Hice eso y recién me entregó la cédula y el carnet de conducir", confesó el hombre que manejaba su auto en el momento de la infracción.
Luego de lo sucedido expresaron que les quedaron “pocas ganas” de volver a visitar Tucumán, comentando que pasaron un momento de angustia, “por el 'manoseo' que hemos sentido en ese momento, como ciudadanos".
Inspectores separados de sus cargos
En la tarde del día martes, el secretario de Gobierno municipal, Germán Alfaro, confirmó que el intendente, Domingo Amaya, había resuelto firmar el decreto por el que ordenó la separación del cargo de los inspectores denunciados.
“Hemos procedido a identificar, separar y suspender en el cargo, mientras se sustancie el sumario, a los inspectores Juan Carlos Dumas y José Alejandro Quiroga”, anunció Alfaro, según lo publicado en el matutino tucumano.
Asimismo el funcionario se dirigió a los ciudadanos, expresando que “cuando ocurra este tipo de hechos, deben realizar la denuncia donde crean conveniente o donde tengan más confianza. Esta gestión no tiene tolerancia frente a estas malas prácticas, sea de la repartición que fuere”.
Por último, Alfaro manifestó que “a estos dos inspectores no los quiero ver por mi despacho llorando y diciéndome que tienen familia y que los perdone. Lo hubieran pensado antes de cometer el hecho”.
