E
l concejal Walter Vuoto y el diputado nacional Martín Pérez, referentes de la agrupación La Cámpora Tierra del Fuego, acompañaron al titular de la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico (SEDRONAR), Juan Carlos Molina, en las distintas actividades que desarrolló el viernes en Ushuaia.
Al respecto, detalló que “quisimos realizar un recorrido por los sectores donde se observa la mayor exclusión social, lugares que están invisibilizados pero que se encuentran dentro de nuestra ciudad”.
Además, remarcó que “buscamos realizar junto al SEDRONAR un plan de trabajo que nos ayude a combatir esta situación que necesita intervención de manera urgente”, y en ese marco celebró el anuncio de Molina de la intención de comenzar a corto plazo el desarrollo en la ciudad de una casa educativa terapéutica y de centros de prevención.
Cabe recordar que en 2013 Vuoto presentó en el Concejo Deliberante de Ushuaia un proyecto de resolución dirigido al Ejecutivo municipal para que contemple en el proyecto de presupuesto 2014 la creación de un Centro de Rehabilitación para Adictos.
El edil fundamentó su iniciativa en que los centros de rehabilitación para adictos “buscan que los individuos puedan gozar de una vida espiritual más rica”, en tanto planteó que “la población adicta debe convertirse en un pueblo culto, instruido; debe transformarse en un movimiento que se dedique a exhortar la creación de centros de rehabilitación, con grupos que se reúnen metódicamente para la realización de psicoterapia y programas de desarrollo”. Cabe mencionar que este espacio también contemplaría la atención de personas que padecen trastornos como bulimia y anorexia.
Vuoto sostuvo que los centros de rehabilitación para adictos “ofrecen desde hace 30 años estos beneficios poniendo además la disponibilidad de la atención médica, psicológica y psiquiátrica” como así también “la utilización de las técnicas terapéuticas más modernas y complejas” que permitan “el desarrollo del sistema de salud, salvando innumerables vidas y mostrando índices de calidad de vida y de expectativas”.
“El desarrollo de la educación, de la ciencia y de la espiritualidad transforma a la población adicta formando nuevos ciudadanos dotados de una capacitación, de una comprensión y una sensibilidad particulares que les permite enfrentar los problemas personales, familiares y sociales con responsabilidad e inteligencia”, concluyó en los fundamentos de la iniciativa.