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os cristianos celebraron ayer la fiesta de “Pascuas y Resurrección de Jesús”, una de las fiestas más significativas de la Iglesia Católica.
En Ushuaia, tras el tradicional vía crucis viviente que se hizo el viernes pasado por las calles de la ciudad, en el que se recordó la Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo; el sábado pasado se realizó la ceremonia en la Parroquia Nuestra Señora de la Merced en el que se rememoró la Fiesta de Pascuas.
Con el cirio pascual encendido se ingresó al templo, con el que se recordó la luz de Cristo, así se inició la ceremonia y se encendieron las velas que se distribuyeron a los feligreses en la Parroquia, de avenida San Martín y calle Don Bosco. Con cánticos, la alegría y la luz brilló dejando la oscuridad atrás y llegó la “esperanza universal” a los corazones de los cristianos.
Luego siguieron las palabras, con distintas lecturas bíblicas que recordaron la historia del sepulcro; las mujeres que llegaron temprano al lugar donde estaba enterrado Jesús y ellas ven que está vacío, luego un ángel se aparece y les anuncia que Jesús ha resucitado.
También se proyectaron videos, en forma didáctica, donde se reflejó lo que Dios fue creando, la luz, la tierra, el mar, al hombre, las plantas, los animales y al séptimo día admiró su creación.
La alegría que Jesús a Resucitado es inmensa y vence al mal, el triunfo de vencer la muerte, por ello los cristianos festejan las Pascuas y Resurrección de Jesucristo.
La ceremonia también tiene otro elemento, el agua y tras la bendición que hizo el padre Miguel Echamendi se bautizaron dos jóvenes, el sábado de Gloria en la Parroquia Nuestra Señora de la Merced.
Luego durante la meditación el párroco hizo alusión, al misterio pascual y exhortó a meditar sobre la resurrección en lo espiritual, psicológico y social. Destacó el testimonio de amor, la misericordia de Dios, la verdad sobre el error, la vida después de la muerte y el triunfo del bien sobre el mal.
Con cánticos siguió la ceremonia religiosa y tras la comunión los cristianos festejaron el sábado de gloria, la Resurrección de Jesús.
En la salida, los jóvenes entregaron agua bendita, una oración y las palabras de reflexión del obispo de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, Miguel D´Annibale.
