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a directora del IPAUSS por el sector pasivo, Margarita Gallardo, insistió ayer en que el organismo debería suspender de manera preventiva la entrega de medicamentos en la farmacia del Instituto para “reencausar” los circuitos administrativos y los procedimientos de compra y pago de remedios.
Gallardo reconoció que en la actualidad, el IPAUSS demora 190 días en abastecer a la farmacia de los medicamentos de uso corriente, y 160 días para los de mayor urgencia.
“Puede ser que ahora se tarde algo menos, pero lo único que estamos dando como mensaje es que somos un poco menos inútiles. La verdad es que soy muy crítica con estas cosas y me enojo cuando no podemos dar una solución razonable”, confesó la directora por los pasivos.
La funcionaria confirmó que los directores Néstor Ledesma, Fabián Recabal, Magdalena Pincol, Gustavo García y Norma Mansilla fueron multados por el Tribunal de Cuentas con el 10% de sus haberes (unos 3900 pesos) por no haber contestado en tiempo y forma intimaciones realizadas por el organismo de control sobre el proceso de compra de los remedios.
“Se trata de la información plenaria 41 a la cual se sumó un informe contable muy exhaustivo. Nos dieron un plazo para responder cuáles eran las acciones, lineamientos o programas que íbamos a instaurar para modificar estas inconsistencias funcionales. Y algunos no contestaron”, relató la representante de los jubilados. También agregó que varios de los directores estaban “ofuscados” por la decisión del Tribunal de Cuentas.
Según Gallardo, cuando ella recibió el resultado de la auditoría sobre el abastecimiento de la farmacia presentó de inmediato el proyecto de suspensión preventiva de entrega de medicamentos que “ni siquiera fue leído” por sus colegas de directorio.
“Es innegable que hay una deficiencia estructural en la forma en que se hacen los pedidos (de remedios), en el circuito de compra y de pago. También es cierto que es muy difícil desentramar años de vicios y de procesos burocráticos. En algún punto tenemos que refundar el IPAUSS, porque remendar sobre los remiendos ya no sirve más”, se sinceró la directora del Instituto.
No obstante, argumentó que si bien es “muy respetuosa” de los organismos de control, a veces tendrían que “agregarle la variable tiempo” a sus pedidos de informes, porque “en el IPAUSS lo coyuntural absorbe de tal manera que a veces no podemos contestar todos los requerimientos que nos hacen”.
Mil problemas mil
Gallardo completó el diagnóstico de funcionamiento de la institución con algunos datos poco alentadores sobre las dificultades administrativas y financieras que atraviesa el organismo.
“Hace poco llamamos a un concurso para director de farmacia y de la óptica. La persona que primero se había pedido una licencia médica prolongada después se amparó en sus fueros sindicales. Es muy difícil trabajar así. Por eso le pedimos a los jefes que extremen el otorgamiento de licencias”, contó la directora.
El otro punto sensible es el pago escalonado de los haberes jubilatorios, para todos los jubilados con excepción de los que presentaron y obtuvieron amparos judiciales. Esa situación lleva a que cobren la totalidad de sus jubilaciones muchos de los que más ganan, porque además tienen acceso a abogados, en detrimento de los que menos ganan que cobran en cuotas.
“No quiero criticar a quienes presentan amparos, porque la primera obligación nuestra es pagar las jubilaciones en tiempo y forma. Pero es cierto que se produce este tipo de injusticias, y los amparos son cada vez más”, reconoció Gallardo.
“Créanme que pongo toda la energía y la poca o mucha capacidad con la que cuento. Aun así es muy difícil discontinuar algunos vicios y pensar en otros modos de abordaje de los problemas, especialmente cuando también existen serias diferencias políticas. Ante ese panorama, muchas veces las cuestiones más simples se convierten en difíciles de resolver”, aseveró la representante del sector pasivo en el IPAUSS.