o estamos pidiendo la de Retiro. Tampoco la de grandes ciudades que reciben millones de turistas por temporada. Pero a esta altura de los acontecimientos, con una actividad cada vez más en auge, al menos podríamos tener una humilde, como la que tienen hasta los pueblos más inhóspitos distribuidos por todo el país. Una que organice el caos de micros deambulando por el centro sin rumbo fijo, o los pasajeros con valijas bajando y caminando por donde pueden. Una donde podría haber una confitería para tomar un café, un par de kioscos y hasta negocios con venta de artesanías, souvenirs o cualquier otro producto de la zona. Una donde se pueda despedir y darles la bienvenida a los visitantes, donde haya taxis y remises en la puerta y donde se comercialicen excursiones. En definitiva, nos preguntamos cuándo llegará la hora de que Ushuaia tenga su propia, común y necesaria terminal de colectivos.
