E
l juicio contra Cristian Balaguer llega a su fin. El próximo martes se conocerá el fallo del Tribunal de Juicio que condenará o absolverá al expolicía provincial por la muerte de Víctor “Chuky” Andrade, acaecida en septiembre de 2010.
La última jornada previa al fallo correspondió a los alegatos con dos posturas diametralmente opuestas: por un lado el doctor Francisco Giménez, abogado de Balaguer, solicitó la absolución para su defendido por considerar que “no se pudo probar el dolo homicida”. Por el otro, el fiscal mayor Guillermo Quadrini solicitó al Tribunal se otorgue la prisión perpetua porque Balaguer hizo “uso desmedido de la escopeta”.
En su argumentación, Giménez sostuvo que Balaguer participó del hecho “defendiendo a un efectivo, solamente actuó en la función de su deber, cuidando la vida de su compañero”, y que “no correspondía resguardar la de Andrade dado que esta persona se estaba fugando de la Justicia”.
“No correspondía cuidar la integridad física de Andrade, sí la de su compañero Ricardo Gualtieri ante la inminencia de la agresión”, sostuvo y pidió que se tenga en cuenta “lo resuelto por la Corte Interamericana de Justicia respecto de que es la facultad del Tribunal no poder acusar subsidiariamente al imputado, cuando la parte acusatoria no la tenga en cuenta”.
El letrado solicitó esa acción a partir que el fiscal mayor solo acusó por homicidio calificado al tiempo que Giménez espera que los jueces no contemplen ninguna otra posibilidad penal como el homicidio culposo o el preterintencional.
Previo a ello, Quadrini realizó un detalle pormenorizado de la persecución, el recorrido de Andrade con el cuatriciclo, el hecho por el que se realizó la persecución, que no fue un accidente de tránsito como se mencionó que se comunicó a la ambulancia y un detalle especial a lo ocurrido dentro del garaje de Almafuerte al 1200, donde se produjo el incidente que derivó en la muerte de Andrade.
Una segunda parte del alegato se ocupó de cómo se asistió al herido cuando llegó al nosocomio local, haciendo hincapié en la vertiginosidad de los hechos, todo lo que sucedió, y encontró acreditado que el taco alojado en la arteria femoral de Andrade pertenecía a esta posta de goma utilizada y que el escopetazo fue por disparo directo, haciendo referencia a la pericia balística del declarante de Gendarmería Nacional.
Finalmente, enumeró como agravantes la condición policial de Balaguer y el hecho de que abusó de esta posición. Asimismo, remarcó que Andrade estaba en inferioridad de condiciones en este caso, valorando que Gualtieri, al bajar del móvil con una libreta y una lapicera, entendía que no había peligrosidad en el hecho.
En ese sentido, Quadrini opinó que “fue desmedido el uso de la escopeta” e hizo alusión a discrepancias entre Balaguer y el suboficial que lo acompañaba sobre como actuó Andrade con el hierro con que presuntamente intentó agredir al segundo de ellos.
Por último, el fiscal mayor solicitó la pena de prisión perpetua y pidió que la ejecución de la pena sea condicionada a que el fallo quede firme por el Superior Tribunal de Justicia, ante una eventual casación en caso de que se condene al imputado.