Crisis IPAUSS

Peligra la continuidad del sistema previsional

13/12/2015
L
a conjunción de los adversos factores normativos, financiaros y económicos que afronta parece haber puesto por estas horas al Instituto Provincial Autárquico Unificado en una de los momentos más críticos de su historia, que amenaza la continuidad del sistema previsional tal cual hoy está planteado pero que también promete arrastrar al quiebre al sistema de obra social, con el consecuente perjuicio que ello ocasionará para la totalidad, o la gran mayoría, de los estatales fueguinos.
Con organismos estatales aportantes que mayoritariamente no pueden cumplir con sus obligaciones con el IPAUSS, sindicatos que se niegan a discutir cambios al régimen jubilatorio y un Directorio del Instituto que no parece dispuesto a asumir el costo que implica adoptar decisiones que garanticen a futuro la sustentabilidad del organismo de la seguridad, el presente y futuro jubilatorio de los empleados públicos del estado provincial aparece como indefectiblemente condenado a ser muy complicado.
Laberinto en una palabra que viene del griego “labyrynthos”, o sea “lugar de los labrys”, que eran unas hachas de doble filo que habrían sido usadas para el sacrificio de los toros. Da toda la impresión que el IPAUSS está hoy en un laberinto, es decir con un hacha de dos filos pendiendo sobre cabeza que obliga a tomar las decisiones, tanto de coyuntura como de fondo, correctas para evitar que cualquiera de los dos filos del hacha termine cercenando su futuro y el de sus afiliados.
Los datos duros de la realidad no hacen más que confirmar esa hipótesis. Hoy, los aportes y contribuciones correspondientes a los cerca de 22 mil empleados públicos que hay en Tierra del Fuego ya no alcanzan para cubrir los haberes de pasividad de los casi 5.500 jubilados con que cuenta el sistema previsional fueguino, con el agravante de que hay otros 1.100 beneficios en trámite.
El régimen previsional tal cual está diseñado en la actualidad, determina que la edad promedio de acceso a la pasividad sea de 49,5 años y que el promedio de los haberes jubilatorios alcance los 34 mil pesos por mes, pero con un alarmante rango de dispersión que va desde jubilaciones de 13 mil pesos a otras que superan con holgura los 100 mil pesos.
Posibilita también que los agentes se jubilen con un haber superior al que percibieron durante su vida activa y por el cual aportaron.
Si bien resulta innegable que el pago de la deuda histórica y de la corriente dotaría al IPAUSS de una importante cantidad de recursos económicos que le permitirían afrontar sin inconvenientes, en tiempo y forma, todas sus obligaciones asistenciales y previsionales, no es menos cierto que el propio organismos de la seguridad estimó para el 2016 un déficit económico del orden de los 235 millones de pesos. Es decir, el próximo año aun percibiendo en fecha la totalidad de aportes y contribuciones precisará contar con un ingreso mensual extraordinario de casi 20 millones por mes para garantizar las prestaciones previsionales y asistenciales.
Esta realidad, por cierto, no sorprende a nadie, ya en el año 2010 el estudio actuarial encargado por el IPAUSS al doctor en ciencias económicas Eduardo Melinski alertada que de no adoptarse rápidamente medidas correctivas, en 2011 el sistema previsional alcanzaría el punto de equilibrio entre ingresos y gastos, y a partir de allí ingresaría en una situación de déficit creciente que en 2016 alcanzaría los 203 millones de pesos y en 2020 los 456 millones de pesos  Es decir, presentaba un panorama ciertamente complicado, pero menos complejo que el que el propio IPAUSS previó para el año entrante.
 
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