l próximo martes el Tribunal de Juicio de Ushuai dará inicio a los alegatos de la Fiscalía y la Defensa para que se expidan sobre la condena o no que le debe caber a Guillermo Díaz Guerra por haber asesinado y descuartizado a su tía, Mónica Guerra en enero pasado.
Durante la jornada de ayer prestaron declaración testimonial profesionales psiquiatras y psicólogos que trataron a Díaz Guerra en distintos momentos de su vida.
Fueron diez los médicos que declararon en forma conjunta, a modo de coloquio en el Salón “Conrado Witthaus”. La primera en declarar fue la psiquiatra Ana María Monsalvo, quien atendió al imputado desde 2013, de manera intermitente y hasta 2015, año en que tuvo consultas con más periodicidad con el paciente.
De acuerdo a la declaración de Monsalvo, Guillermo Díaz tenía “delirio paranoico” y lo medicaba con “risperidona”, hasta que lo derivó al psicólogo-psicoanalista José Francisco Rodríguez, quien también brindó su testimonio en el debate.
El profesional acentuó que su hipótesis era que Díaz tenía “psicosis paranoia” y “delirios místico-religioso”. “Se sentía perseguido, tenía el sentimiento que iba a recibir algún daño y persecución de parte de su tía”, expuso Rodríguez.
Luego fue el turno de las profesionales del área de Salud Mental del Hospital Regional Ushuaia, las doctoras Mariana Veloso, Adriana Sarmiento, Lorena Esquivel, Gabriela Gigli y Marcela Gabriela Niz, quienes describieron cuál fue el cuadro que tenía Díaz cuando estuvo internado, por un mes, en el nosocomio local, tras su detención.
Coincidieron en que tenía “ideas delirantes”, y en que “era reticente a tomar la medicación”, así como también en que tenía un “delirio persecutorio”, por lo que lo diagnosticaron como un paciente con “ideas delirantes preexistentes”.
Seguidamente, prestó declaración la psiquiatra forense del Poder Judicial, María Cristina Martín quien junto a la Licenciada Alicia Inés Aracena, ratificaron los dictámenes elevados, y aseguraron que Guillermo Díaz tiene “delirio crónico desde los 14 años”.
Además dieron cuenta que el hecho cometido el 3 de enero, fue producto de los antecedentes del imputado y de su historia de vida.
Otro de las personas citadas fue el Doctor Eduardo Domingo Mamone, médico forense del Cuerpo Médico Forense de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, -quien junto a la Doctora Silvia Graciela Castelao- realizaron una segunda pericia a Guillermo Díaz.
Esa pericia indicaba que “no puede determinarse con un grado de certeza que el causante haya tenido una pérdida o alteración de la capacidad mental para comprender o dirigir sus actos durante el momento del hecho”.
La diferencia quedó marcada entre los dichos de Mamone y las peritos Martín y Aracena ya que las posturas médicas son totalmente contrarias. Para el profesional porteño la patología del acusado no es tan grave como ser un psicótico, y para las profesionales fueguinas sí lo es.
Cabe mencionar que el secreto profesional fue relevado por el imputado, permitiendo que los médicos que lo atendieron dieran a conocer al Tribunal y a las partes sobre el estado mental de Guillermo Díaz, quien solicitó no estar presente durante las dos primeras jornadas de debate, por lo que sólo lo hizo el Defensor ante el Superior Tribunal de Justicia, el Doctor Gustavo Ariznabarreta.
La etapa de alegatos por parte de Fiscal Fernando Ballester Bidau y del Defensor Gustavo Ariznabarreta, se desarrollará el próximo martes 29, a partir de las 9 horas.
