modo de obertura de concierto se utilizó el primer número de la Pasión según San Juan BWV 245, “Herr, unser Herrscher” (Señor, nuestro señor) logrando un efecto de contundente dramatismo donde el coro impuso su sello personal, seguido luego por la profunda cantata BWV 12 “Weinen, klagen, sorgen, zagen” (llantos, lamentos, tormentos, temor) así como la esperanzadora cantata BWV 61 “Nun Komm, der Heiden Heiland” (Ven ahora, salvador de los gentiles).
Es de destacar el trabajo que vienen realizando ambos organismos musicales fueguinos que proviniendo de diferentes ciudades han sido unidos por la música, siendo la revelación absoluta del concierto la orquesta Kayén creada y dirigida por Carlos Gómez en la ciudad de Río Grande, que cuenta cada día con mayor nivel técnico así como de integrantes, habiendo dado una gratísima sorpresa al público asistente abordando con solvencia este difícil repertorio, en muchos casos con importantes roles solísticos, como el del joven y talentoso cellista Fernando Heredia quien se destacó con su cuidada ejecución.
Por su parte, si bien el Coro del Fin del Mundo ha pasado por un 2016 complejo, ya que la crisis lo obligó a casi suspender actividades, retoma este año fuerza y vigor con la ayuda de varios sponsors como la Fundación Osde, el hotel Arakur y la Secretaria de Cultura de la Provincia, dando pruebas de que su calidad artística y el entusiasmo que lo caracteriza siguen vigentes.
Cantera de solistas fueguinos, es también parte de los propósitos del CFM ya que el organismo da lugar a sus miembros a vivir las más exigentes experiencias musicales en importantes escenarios y con abordaje de repertorio de gran dificultad. Así fue el caso de Mónica Tisera y Natalia Escobar (sopranos), Osvaldo Janco (tenor) y Carlos Vargas (bajo) quienes interpretaron con solvencia las correspondientes arias de las cantatas de Bach.
Al finalizar el concierto, un sostenido y cálido aplauso a sala llena fue la recompensa a la entrega artística y, algunas fotos mediante, el Mtro. Pablo Dzodan muy contento con la recepción del público cerró el programa con un bis del mismo autor “Jesus bleibet meine freude” (Jesús, alegría de los hombres) de la cantata BWV 147.