ste día, “la avalancha de agua del desbordado río Chubut llega a Rawson destruyendo prácticamente todo el pueblo” (Rodolfo Cananor. Cronología patagónica).
Los edificios más afectados fueron el colegio de varones, que fue derribado por el torrente, el de niñas y el hospital, que sufrieron daños de consideración, pero el agua invadió todas las calles de la población y gran parte de las viviendas, provocando una gran cantidad de evacuados. Como consecuencia de los destrozos ocasionados en la capital del territorio, las oficinas de la Gobernación se trasladaron a Trelew.
La crecida del caudaloso curso de agua había dado sus primeros síntomas el 16 de ese mes, cuando el torrente hídrico había cercado al pueblo de Fortín Guanaco y causado serios destrozos en las localidades situadas en los valles de la Patagonia central. Cinco días después, la avalancha acuática llegó al valle superior, anegando por completo al pueblo de Gaiman y el día siguiente ya amenazó a Trelew, aunque no llegó a afectar seriamente a los pobladores.
Las inundaciones pasaron a ser una problemática regional, al verse afectadas simultáneamente varias zonas, más allá de las localidades ubicadas a la vera del río Chubut.
Los ríos Neuquén, Agrio y Limay presentaban un panorama similar, los desbordes habían volteado los postes del telégrafo dejando incomunicado a todo el norte patagónico.
El río Negro también incrementó notablemente su caudal de agua y, al llegar a Viedma, desbordó y arrasó el edificio de la Escuela N°2, perdiéndose todo el archivo y material didáctico. La inundación de Viedma obligó a las autoridades a trasladar la sede de la Gobernación a la localidad de Choele Choel.
Las crecidas de los principales ríos patagónicos estuvieron originadas por los persistentes temporales de lluvia y nieve que habían azotado recientemente a la región precordillerana. Esa descarga de precipitaciones incrementó el caudal a un nivel inusual para la región, provocando la inundación de grandes extensiones de superficie de los valles que surcan esos ríos.
La zona más afectada fue la aledaña al río Chubut, cuyas orillas se vieron desbordas por un caudal de agua desmesurado. La avalancha de agua arrasó gran parte de las mejoras construidas por los colonos instalados, en los últimos años, en los fértiles valles que atraviesa ese torrentoso curso de agua.