eonardo Navarro, de 28 años, es un Ushuaiense que se encuentra desde hace casi dos años en el estado de Naucalpan, a 20km de México DF, perfeccionándose y desarrollando su actividad como estilista profesional.
No estuvo exento de estar sometido a la voluntad de la naturaleza que el martes último desató un gran sismo de 7.1 grados en la escala de Richter, que lleva al momento casi 300 víctimas fatales y un número incalculable de heridos, además de cuantiosos daños materiales.
No sufrió grandes consecuencias, pero su motivación por brindar apoyo desinteresado a las víctimas lo encontró rápidamente movilizado, organizando y participando de rescates voluntarios junto con otros integrantes de la comunidad mexicana.
Lleva horas sin dormir, impactado por una profunda tristeza, pero motivado por ayudar a rescatar a quienes aún se encuentren con vida. Sabe que hay gente que depende de sus manos y su voluntad, y entiende que el compromiso implícito que hay con el prójimo debe ser llevado a cabo a través de las acciones y el ejemplo.
Sobre el tema EDFM mantuvo un diálogo con Leonardo, quien comentó que antes de ayer “salimos a las 7 de la tarde con una camioneta llena de agua, comida, mantas, pastillas, agujas y otros elementos necesarios para la emergencia”. Al llegar al siniestro “fue impactante ver la ciudad desbordada” recuerda Navarro, y resalta que “otra cosa que me impactó es la solidaridad del ser humano cuando está bajo presión y en el mismo caos cómo brota la luz de adentro. Nunca en mi vida levante tantas rocas, metales y restos de todos los tamaños”.
Gracias a la reacción espontánea que se organizó de manera voluntaria comenta que “salvamos a 5 personas de un edificio. Hoy (por ayer) es el segundo día del sismo y ya desde temprano estamos preparando todo para ir y seguir ayudando”.
Leonardo comenta que prácticamente no hay actividad cotidiana que no tenga que ver con este evento, resaltando que “hoy tenía que ir a trabajar, pero que me perdonen pero me siento un inútil estando en mi trabajo pensando que hay personas que nos necesitan”.
Sobre el porqué de su actitud y su participación desinteresada, reconoce que “tanto me dio México que cómo no le voy a dar un poquito. Nunca viví esto ni nada parecido, la verdad es que tenemos que tomar conciencia y que es responsabilidad nuestra mandar luz y ayudarnos los unos a los otros”. Está convencido de que “ese es el único camino”. Además, agradece a “todos por tomarse un tiempo para escribirme o llamarme”, ya que cuenta con familia y gran cantidad de amigos en Ushuaia. “Extraño mucho mi Argentina y también mi Ushuaia, el fuego de mi tierra. Espero volver pronto y respirar ese aire seco y puro que en ningún lado está. Extraño salir a trotar y estar esquiando con mis amigos, extraño a mi familia y a todos los que me ayudaron a crecer” comenta Leonardo, y finalmente alienta a “cuidar lo poco o mucho que nos queda”.
Durante el día de ayer continuaba con las tareas de remoción de escombros y búsquedas de posibles víctimas. Sostiene que “desde la voluntad y la intención” mucho se puede hacer y que “la vida te pone el en lugar preciso, donde uno puede sentirse útil”, y que si bien “es un momento tristísimo, también es la oportunidad para crecer como persona y como sociedad”.