ajo el lema “Con mis Hijos No Te Metas”, al igual que en otros puntos del país, el sábado se realizó en Río Grande una concentración en el monumento a La Biblia, donde congregaciones evangélicas lograron reunir a una nutrida cantidad de gente para expresarse en defensa de la familia.
Los líderes religiosos que hicieron uso de la palabra fueron: Jorge Cayo, Carlos Goméz, Andrea Almirón de Pauli, Rubén Kerbs, y Marcela Inardez. Todos coincidieron en afirmar que “no vamos a permitir que nos roben el derecho de educar a nuestros hijos, y que queremos una educación sexual sin imposición de ninguna ideología”.
Allí los oradores manifestaron que no quieren enseñanza sexual con ideología de género en las escuelas, recordando que los padres tienen derecho a elegir qué tipo de educación van a recibir sus hijos y que la misma ley nacional N° 26. 150 (de educación sexual integral) los respalda al reconocer, que los padres tienen derecho a estar informados sobre los contenidos que van a dictarse. Y que además la actual redacción de la citada ley no incluye la posibilidad que se introduzca ningún tipo de adoctrinamiento ni ideología, ni perspectiva de género.
Reclamaron además los presentes, que el Estado garantice a las iglesias el poder expresarse y que la responsabilidad parental y las convicciones religiosas o de índole moral de las familias sea respetada.
El lema “Con mis Hijos No Te Metas”, que es conocido a nivel nacional, ha sido levantado en manifestaciones similares en distintas ciudades de Argentina, donde los padres están expresando de manera pacífica pero con firmeza, su oposición a las enseñanzas que advierten “pretenden desarraigar la sexualidad natural desconociendo que nacemos hombre o mujer, los únicos dos sexos biológicos existentes, para asegurar que la identidad sexual se construye y que se realiza a través de la percepción de cada persona”, asegurando los padres que estos conceptos no probados científicamente, lo único que hacen es interferir y confundir la identidad sexual de los niños.
Los organizadores del evento pro familia aclararon que “Nosotros no discriminamos a nadie, no juzgamos las elecciones personalísimas relacionadas a la orientación sexual de cada ser humano, pero sí nos negamos a que se pretenda imponer a toda la sociedad argentina en su conjunto, su manera de pensar y de vivir la sexualidad. Y mucho más, cuando se pretende interferir en la educación sexual de nuestros niños, imponiéndoles ideas que buscan confundir su identidad sexual. Nadie tiene derecho a interferir en la identidad sexual de nuestros hijos, por eso le reclamamos al Estado que no interfiera en la educación moral que las familias decidimos para nuestros hijos, porque se debe respetar lo que deciden los padres y las familias”.
Y además opinaron que el Estado no debe utilizar fondos públicos para promover ningún tipo de ideología, ni para adoctrinar basándose en una ley que no se lo permite, “ya que prueba de esto es, que se busca modificar la actual ley ESI (26.150) para que la misma imponga en todos los niveles educativos la enseñanza con perspectiva de género”.
