Punto de vista

Acá estamos, para debatir el presente y futuro de Tierra del Fuego

18/03/2019
E

ste no es un gobierno cualquiera. Es una gestión de acción y transformación. Es una administración que ejerce el poder que le confirió el voto popular privilegiando los intereses de la gente y de la Provincia, no de castas. Y esto molesta a sectores que venían cogobernando el destino de la ciudadanía fueguina con escasos avales democráticos.
Este es un gobierno que guía su trabajo a través del principio de equidad: no hay un Estado que se mira su propio ombligo. No hay un Estado para empleados estatales y otro para empleados del sector privado. Es una gestión que actúa a favor de la población en general, sin distinciones. Y eso también molesta a los que se acostumbraron a vivir de privilegios.
Este es un gobierno que entiende que el Estado es un actor fundamental para asegurar el ejercicio de derechos sociales. Donde la salud pública es un derecho primordial, pensando tanto en los pacientes, como en los técnicos y profesionales de la salud. En ese sentido, las históricas inversiones en infraestructura y equipamiento hablan a las claras de esto. Mientras se redacta esta nota, en este mismo instante, avanza una obra descomunal sobre el sector del Hospital Regional Ushuaia. Similares inversiones se han realizado y están en curso para garantizar notorias mejoras en los servicios de salud en el Hospital Regional Río Grande y en Tolhuin.
Con la educación pública también hubo una marcada transformación. Veníamos de ver, con tristeza, a los alumnos del Colegio José Martí estudiando en locales comerciales. Veíamos el hostigando a la comunidad de las Escuelas Experimentales. Veíamos colegios con un profundo deterioro y abandono, sin gimnasios para que los chicos pudieran hacer deportes y jugar en equipo. Hoy los alumnos del Martí estudian en el Martí, los recursos asignados en infraestructura escolar son inéditos y ya inauguramos 17 gimnasios en toda la Provincia.
La naturaleza de la gestión de la gobernadora Rosana Bertone es trabajar incansablemente, con ella a la cabeza. Y esto forjó esos resultados y muchos otros, que parecían imposibles de conseguir. Los jubilados que no cobraban y solo podían hacerlo si le pagaban a un abogado y presentaban un amparo en la Justicia hoy perciben su haber en tiempo y forma. Eso después de una decisión valiente y de un esfuerzo compartido que permitió sacar de la agonía el sistema jubilatorio. Después de años de inviabilidad y descalabro, ¿cuánto vale haber recuperado un sistema previsional sustentable para los actuales y para los futuros jubilados? ¿Y dónde están los que auguraban que la caja iba a ser transferida a Nación?
Se trata de temas centrales y a la vez sensibles que nos convocan a debatir de manera constructiva. El modelo de desarrollo al estilo “Isla de la Fantasía”, era un formato insostenible, irracional y propio de pensamiento mágico infantil. Es decir: aquella lógica de “gastemos que de algún lugar van a salir los fondos” produjo gravísimas consecuencias, como tener las dos principales ciudades de nuestra Provincia con cortes de agua, con las cloacas tiradas crudas y la imposibilidad de autorizar nuevas conexiones de gas natural. Era un modelo de provincia inviable, con una dirigencia divorciada de las necesidades de la gente, al que nadie con sensatez querría volver.
Hoy, por el contrario, hay un proyecto de futuro de provincia, obviamente con mucho por hacer aún. En ese sentido no se puede olvidar que a Rosana Bertone le tocó gobernar en el pésimo contexto nacional que todos conocemos. Es de una enorme simpleza analizar a Tierra del Fuego sin tener en cuenta lo que sucede a nivel nacional: caída del consumo, inflación, depreciación de la moneda, cierre de fábricas e industrias en todo el país, de su mano aumento del desempleo, caída de la producción, y podríamos seguir con indicadores negativos.
Otro contexto hostil es el regional, que también hace resaltar lo que logramos los fueguinos en estos años. Solo se trata de ver u oír sobre la realidad política, social y económica de provincias muy cercanas para ver las diferencias.
Entonces proponemos, de manera absolutamente meditada, que debatamos el modelo de Provincia y Municipios que se vienen. No que caigamos en frases ideadas por consultores del marketing político sobre lo que nos puede pasar en Tierra del Fuego. Mucho menos que se pretenda reducir la campaña a un jingle electoral.
Discutamos sobre ideas y proyectos. El gobierno provincial está en condiciones de debatir y presentar proyectos, resultados y propuestas en todos sus frentes. Tampoco juega a las escondidas sobre quienes trabajan en cada una de sus áreas y quienes podrían estar en el próximo ciclo de trabajo. En este Gobierno no hay titiriteros ni operadores en las sombras.
Abramos un debate sobre todo lo que se ha hecho y todo lo que hay por hacer hasta el 2023. Por ejemplo, sobre las obras de infraestructura que nos permiten ser una Provincia donde cada vez más fueguinos tienen la posibilidad cierta de tener agua, cloacas, energía y gas natural en su domicilio. O sobre el plan de construcción de viviendas públicas que en esta gestión por primera vez en la historia acompaña el crecimiento poblacional. O sobre los gimnasios para que los deportistas fueguinos tengan las mismas oportunidades que los deportistas que residen en Buenos Aires o en las provincias más ricas del país.
¿O no hay que debatir que recibimos la aerosilla del Glaciar abandonada y ahora está por adjudicarse? ¿O no conviene debatir que hasta este Gobierno no había una sola planta cloacal funcionando (si, ni una sola) en todo Tierra del Fuego en diciembre de 2015? ¿O contar cómo se están expandiendo las redes de gas natural en Río Grande, cuando miles de familias estaban condenadas a calefaccionarse con garrafas?
Un debate en el cual, así como es posible contar lo que hace la Gobernadora Rosana Bertone de lunes a lunes, también pueda ser contado lo que hacen los demás candidatos. Un debate en el cual se pueda saber sobre la vocación de trabajo, esa que los fueguinos necesitan para salir adelante y que absolutamente nadie le puede discutir a Rosana Bertone.
Todo ello sin dejar de lado quién podría ser la persona que esté al frente del Ministerio de Educación para que los alumnos sigan teniendo 180 días de clases, año tras año. También en quién se piensa para cada uno de los ministerios, para que no existan sorpresas a último momento.
Los gobiernos y la política puede definirse por muchas variables: trabajo, resultados, responsabilidad, ética. La gestión de Bertone tiene la ventaja de contar con esos atributos, de poder contar todo lo que ha logrado en este mandato y en qué piensa para el próximo ciclo electoral. Bertone elige contarte las cosas con franqueza. Y ahora que inicia la campaña, casa por casa, persona por persona. Sin nada que esconder. Porque nosotros estamos preparados y dispuestos a debatir en serio el presente y el futuro de Tierra del Fuego.

Autor : Guillermo Worman
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