ste día, una misión secreta británica, comandada por el capitán del Servicio Aéreo Especial (SAS) Andy Legg, parte de las islas Malvinas con el objetivo de atacar bases militares en Tierra del Fuego.
Esta información fue revelada por el militar, quien confesó “que durante la guerra de Malvinas lideró una misión secreta en Tierra del Fuego, que tenía como objetivo llegar a una base aérea en la ciudad de Río Grande”. Se trató de “la llamada operación “Plum Duff”, según publicaron los diarios británicos The Times, Express, Daily Mail y Mirror” (Diario La Capital. Rosario, 10-3-2018).
Fue la reacción británica ante la exitosa misión aérea argentina que, cinco días antes, disparó un misil Exocet y hundió al “Sheffield”.
Legg afirmó que “Si otro misil Exocet hundía otro portaaviones, Gran Bretaña podría haber perdido la guerra”.
Ante esa disyuntiva, los británicos dispusieron que la unidad del SAS se dirigiera hacia la base y reuniera información de inteligencia para preparar el ataque.
Pero, “el helicóptero en el que se trasladaron” fue “detectado por radares argentinos por lo que no lograron aterrizar en el punto previsto y debieron hacerlo más lejos, en territorio chileno, a unas 40 millas del objetivo”.
El operativo “falló por la falta de alimento, mal planeamiento y mal tiempo” y obligó “a abortar la misión a los ocho días de comenzada: desde entonces había permanecido en secreto”.
Los comandos “fueron rescatados en territorio chileno por las fuerzas británicas y llevados a Santiago de Chile desde donde regresaron a Gran Bretaña”.
El oficial no creyó “que fuera muy sensato invadir Argentina pero avanzamos e hicimos lo que nos ordenaron. Fue diferente a cualquier otra tarea que hubiera hecho antes”. Al revelar el operativo que comandó “se mostró arrepentido y enojado por la misión, que fue abortada, al explicar el motivo por el que sacó a la venta sus medallas ganadas durante la guerra y el mapa de Tierra del Fuego que utilizó durante la misión en la que lideró a ocho hombres”.
El plan consistía en infiltrarse en Tierra del Fuego y “dirigirse a la base militar ubicada en la ciudad de Río Grande con el objetivo de destruir los tres misiles Exocet con los que contaba la argentina en ese momento”.
La operación fue la única incursión armada en territorio continental argentino por fuera de la zona aledaña a las islas del Atlántico Sur.
