ste día, el gobernador Pedro Godoy, como parte de su política de apoyo a iniciativas productivas, le otorga un permiso de pesca a Luis Fique. La habilitación le permitió desarrollar esa actividad comercial.
Fique contaba “con un muelle propio de 88 metros de largo por dos y medio de ancho. Llegó a ser más largo que el de Gobierno. Allí amarraba nuestro cúter para la carga y descarga de víveres” (Rosa Damiana Fique. Ushuaia 1884- 1984).
Fique instaló la primera fábrica de conservas de mariscos marca ‘La Fueguina’. Fue el primer emprendedor que intentó incorporar valor a la explotación de los frutos del mar. La sociedad que tuvo a su cargo esa empresa fue conocida como Luis Fique y Compañía.
Este primer ensayo industrial fueguino se instaló el 25 de agosto de 1890 y “se encontraba instalada en la manzana 3 del pueblo, lotes 1 a 4, con el título de propiedad número 1251”. Roberto J. Payró, autor de la ‘La Australia Argentina’, fue uno de los primeros lugares que visitó cuando arribó a Ushuaia. Allí tuvo una extensa conversación con el propietario y tomó “un vaso de cerveza con que nos obsequió Luis Fique”.
Payró reflejó la visita: “Hablamos también de la fábrica de conservas a cuyo frente está don Luis, y que no funciona ahora, aunque sus productos, los exquisitos mejillones cuyas primeras remesas tuvieron tanto éxito, merezcan indudablemente la aceptación y el entusiasmo de los gastrónomos”
La fábrica no funcionó mucho tiempo: “La fabricación ha tenido que suspenderse por varios motivos, entre ellos la escasez de obreros prácticos en las diversas y delicadas operaciones que ha menester una conserva para que su buena calidad quede garantizada. Sobre todo se necesitan soldadores que cierren las latas con rapidez y perfección al mismo tiempo, pues de una y otra causa depende la ganancia del establecimiento industrial”.
Ejemplificó con una partida que “se echó a perder por estar mal estibada en el transporte y su concepto de que la producción alcanzaría para abastecer un consumo regular en nuestro país y Chile”. Payró se llevó algunas latas “que llegaron en perfecto estado”.
También lo consultó a Fique sobre sus expectativas de reinicio de la producción: “En eso pienso, pero no lo haré tan pronto. Es necesario, antes, contar con un buen servicio de cargas, que no nos exponga a eternizar la mercadería en los depósitos” (op.cit.).