l gobernador magallánico Mariano Guerrero Bascuñán dispone la partida de un buque de la Armada hacia Última Esperanza, con el fin de ubicar y capturar a los nativos kawésqar que tuvieron un incidente con un colono, con el fin de confinarlos en la Misión de San Rafael, isla Dawson, lo que efectivamente se lleva a cabo.
En la víspera, el gobernador Guerrero Bascuñan había recibido la denuncia de Herman Eberhard, quien le relató que los kawésqar habían estado matando y robando ganado de su estancia durante enero y junio, lo que motivó, en la última ocasión, un enfrentamiento armado entre sus empleados y aquellos, según la memoria escrita por el mandatario.
La acción de carácter punitivo se centró en un grupo que transitaba por las cercanías de puerto Consuelo en el interior del fiordo de Última Esperanza que fue capturado y remitido a Dawson.
En general los contactos entre los miembros de esta etnia y los funcionarios y militares magallánicos fueron ocasionales, pero con la característica de que siempre fueron acciones represivas contra los kawésqar y estos los que habrían iniciado los ataques. Desde la fundación de Fuerte Bulnes y Punta Arenas estos nativos siempre se mantuvieron alejados y en general huían ante la presencia de forasteros.
A comienzos de 1873 se produjo el primer enfrentamiento; el gobernador de Magallanes contaba con ganado bovino de propiedad fiscal, a cargo de algunos de sus hombres, como reserva alimenticia de los pobladores de Punta Arenas,. Los kawésqar que transitaban ocasionalmente por la costa, descubrieron la hacienda y decidieron apoderarse de algunos animales y atacaron a los encargados del ganado, quienes huyeron a caballo. Una vez que tomó conocimiento de los hechos, el gobernador Oscar Viel envió una expedición militar punitiva hasta el lugar. Los soldados “fueron recibidos a flechazos” por los indígenas, en su respuesta mataron a seis nativos y tomaron prisioneros a doce niños (Correspondencia Colonización Gobernatura de Magallanes 1871-1873).
En septiembre de 1874 ocurrió un incidente similar, el informe del gobernador señaló que los encargados del ganado notaron la ausencia de algunos animales, al seguir las huellas fueron “repentinamente atacados por los indígenas”, a lo que respondieron con armas de fuego, provocando la muerte de ocho kawésqar, seis hombres y dos mujeres, capturando además tres niños.
