a jueza del Superior Tribunal Tierra del Fuego e integrante del comité de expertos para la reforma judicial nacional, María del Carmen Battaini, desestimó que la provincia necesite un replanteo del Poder Judicial como se postula a nivel país, y sostuvo que las situaciones entre una y otra jurisdicción “no se pueden comparar”.
“Son espacios muy diferentes. Cada región tiene sus propias particularidades. No sé si en la provincia, donde existe un marco tan plural, correspondería hablar de una reforma”, afirmó Battaini durante una entrevista con EDFM.
En ese sentido, consideró que, por ejemplo, la elección de jueces en Tierra del Fuego se realiza “por un Consejo de la Magistratura, es decir que no depende exclusivamente de la voluntad de alguien”, y desde la creación de la justicia “hubo solo dos juicios políticos a jueces, quiere decir que el sistema no funciona tan mal”, argumentó.
A su vez, la jueza fueguina dijo que tampoco se puede comparar el planteo del gobierno nacional para ampliar la Suprema Corte de Justicia, con el proyecto del STJ fueguino para incrementar sus miembros de tres a cinco.
“Son análisis diferentes. Espacios y estadísticas distintos. La Corte, por ejemplo, tiene los recursos económicos para incorporar tecnología y realizar cambios paradigmáticos en su funcionamiento, algo que aquí no es posible. Son universos no comparables. Lo que puede corresponder allá, puede no ser factible acá”, evaluó la magistrada.
De hecho, mientras avanza en la Legislatura el proyecto para ampliar el Superior Tribunal de la provincia, Battaini señaló que en la Corte nacional se deberían evaluar otras posibilidades antes del aumento de jueces.
“Puede haber un cambio de sistema que no necesariamente implica nombrar más jueces”, indicó la flamante asesora para la reforma judicial nacional.
“No puede ser que una causa se demore diez años en la Corte. En materia previsional, por ejemplo, hay casos con tanta demora que cuando llega la decisión, ya falleció el pobre jubilado que promovía una demanda”, analizó la vocal del STJ.
No obstante, insistió en que “a priori” no se puede concebir al aumento de los miembros del tribunal como la mejor solución para esos problemas.
“Primero hay que ver si se puede buscar algún tipo de soporte o herramienta, como puede ser la tecnología, para agilizar la tramitación y resolución de expedientes. Ese sería un primer filtro”, evaluó.
Techo de cristal
Por su parte, Battaini adelantó que como parte de su impronta personal, propondrá a la comisión de expertos la implementación de mecanismos para asegurar la paridad de género en ámbitos judiciales.
En esa línea, habló de vencer al “techo de cristal”, consistente en la “segmentación jerárquica” que existe entre hombres y mujeres a medida que se escala la pirámide de cargos y funciones.
“En los cargos administrativos de planta, hay más mujeres que hombres. En la primera línea de funcionarios (subsecretarios, o secretarios) existe una paridad. Entre los magistrados de primera instancia o de Cámara, ya hay 40% de mujeres y 60% de hombres. Y cuando llegamos a los cargos de última decisión (cortes provinciales y nacionales) la diferencia es atroz: 28% de mujeres y 72% hombres”, precisó la jurista que se desempeña en Tierra del Fuego desde 2003.
Sobre el mismo tema, la jueza mencionó que hay provincias como Río Negro, donde la paridad está legislada, e incluso destacó la Constitución de la ciudad de Buenos Aires donde “se establece que el superior tribunal no puede conformarse por personas del mismo sexo”.
Sin prioridades
Según Battaini, la reforma judicial encarada por el Gobierno nacional “no tiene temas prioritarios”.
“Todos los que se mencionan son de gran interés y se relacionan entre sí. A veces unos dependen de otros. El Consejo de la Magistratura es un tema sensible e intenso. La Corte Suprema por supuesto que también. Todos son importantes”, evaluó la actual titular de la Junta Federal de Cortes y Superiores Tribunales de Justicia de las Provincias Argentinas (Jufejus).
También reconoció que la reforma traerá aparejada una “resistencia” que “es inherente a cualquier actividad humana”.
“Pero si nos dejamos llevar por la resistencia, los palos en la rueda y las piedras en el camino, nunca vamos a hacer nada, y la Justicia nunca va a cambiar”, aseveró.
La magistrada fueguina admitió que su designación en el comité de especialistas la tomó “por sorpresa”, si bien lo interpretó también como “un reconocimiento hacia la provincia”, para poder “realizar aportes, a pesar de las distancias y de las realidades tan distintas”, indicó.
La jueza explicó que el consejo asesor trabajará primero “en su propia dinámica de funcionamiento” y después en el cumplimiento de objetivos específicos.
“No venimos para la foto, sino para plantear un servicio de justicia más eficiente. Cada uno hará su aporte y dejará una impronta”, aseveró la actual directora de la Escuela Judicial y ex titular del Consejo de la Magistratura de Tierra del Fuego.
Battaini, quien llegó a ser secretaria letrada de la Corte Suprema, fue designada jueza del Superior Tribunal fueguino el 6 de febrero de 2003.
Su llegada al cargo se produjo en medio de un período de crisis institucional de la justicia provincial, producida cuando el ex gobernador Carlos Manfredotti aplicó un inédito sistema de jubilación anticipada y obligatoria, y reemplazó a buena parte de la cúpula judicial de la isla.
