uego de la pandemia se pudo ver que masivamente la gente empezó a animarse a salir a zonas agrestes a disfrutar de los hermosos paisajes fueguinos. Quién no tuvo la sensación alguna vez de que alguien nos observa en el bosque, sobre todo de espaldas. En este caso, encontramos al observador; un simpático duende que no supo camuflarse muy bien y pudo ser fotografiado.