í, es un bidón. Ocurre que las naftas no paran de subir, y la verdad es que a esta altura ya podría empezar analizarse como nueva estrategia económica utilizar tan preciado líquido como bien destinado al ahorro, a la compraventa o como objeto para preservar nuestro tan deteriorado patrimonio e intentar acompañar la inflación. A caminar muchachos, la nafta es nuestro nuevo plazo fijo.