sta es una escena repetida, que si uno lo mira con cariño exclamaría “que lindos caballitos”, pero la verdad está lejos de ello ya que representa un gran peligro tanto para los automovilistas que circulan por la Ruta Nacional Nº3 como también para los equinos. Siempre se repite la historia, los caballos sueltos y los animales en sus casas.