on la confirmación de que el caso de COVID-19 declarado en el crucero Crystal Endeavor no había generado contagios en los 212 tripulantes restantes, el barco que arribó al puerto de Ushuaia pasado el mediodía del miércoles recibió ayer el “alta epidemiológica” y fue habilitado para continuar con su viaje a la Antártida.
El director de Epidemiología, Juan Petrina, detalló que “se realizaron 213 testeos, de los cuales 212 arrojaron resultado negativo y el positivo reconfirmado” y que se dispuso que “tanto el positivo como su contacto estrecho” fueran trasladados a un hotel “para que continúen con el aislamiento” que ya venía cumpliendo en el barco. “El sábado, cuando se cumplan los 10 días, van a ser dados de alta” indicó el funcionario.
Petrina señaló que el tripulante positivo “está en buen estado de salud, presenta síntomas leves” y destacó que “los protocolos se activaron correctamente, por lo que es necesario informar a la comunidad que el procedimiento sanitario es eficaz”.
Por su parte, el vicepresidente de la Dirección Provincial de Puertos explicó que en Panamá embarcaron dos ciudadanos australianos contratados “para terminar algunas refacciones en el barco”, y que el pasado martes 9 uno de ellos “empezó con síntomas, por lo que se puso en marcha el protocolo del barco, y se lo aisló a él y a sus contacto estrecho”.
Miguel Ramírez afirmó que tanto estos dos tripulantes, como los demás del crucero, “estaban vacunados” ya que los protocolos que regulan la actividad marítima a nivel internacional determinan “que todas las personas que operan en los puertos tiene que estar vacunados”.
Señaló que una vez que el tripulante contagiado y su contacto estrecho fueron desembarcados, se realizaron las tareas de desinfección del buque para que quede liberado y pueda concretar la operatoria logística para el posterior embarque de los 200 pasajeros, que arribaron vía aérea a Ushuaia durante la mañana del miércoles. Además, a media mañana desembarcaron otros 21 tripulantes, que venían realizando el alistamiento del barco, que fueron trasladados hasta el aeropuerto para retornar a su lugar de origen en el vuelo chárter que trajo al pasaje del crucero.
Ramírez señaló, en declaraciones a Radio Nacional Ushuaia, que el episodio vivido demostró que “el barco está muy bien preparado para atender este tipo de casos, y que los protocolos a bordo y en Puerto funcionan correctamente”.
En cuanto a la situación que enfrentó el crucero en el puerto chileno de Punta Arenas, precisó que se le habilitó únicamente el ingreso a muelle, ya que “le negaron brindarle el servicio de agua y combustibles y el control sanitario a la tripulación, pero embarcaron los prácticos chilenos para poder navegar en aguas de ese país”.
El Crystal Endeavor opera por primera vez desde Ushuaia y tiene programado realizar durante esta temporada 9 viajes a la Antártida. Su próximo ingreso a puerto está previsto para fines de este mes.
