ste día, un referéndum de cumplimiento obligatorio se lleva a cabo en la localidad neuquina de Loncopué, para decidir sobre la concreción de proyectos de minería a cielo abierto. El resultado fue la ratificación de su prohibición “en las 8.000 hectáreas del ejido municipal. Sobre 3.601 empadronados, debía votar el 50% para que el referéndum fuera válido, pero votó el 72% del padrón y una arrasadora mayoría de 82,08% aprobó la ordenanza que prohíbe la minería. En votos: 2.125 a 388” (Darío Aranda. www.argenpress.info).
Este pueblo, que contaba entonces con siete mil habitantes, “entró en la historia grande de las luchas socioambientales y también marcó un hito en la historia democrática del país (…) fue el escenario del primer referéndum de la Argentina respecto a la aceptación o rechazo de la megaminería: 8 de cada diez habitantes rechazó la actividad extractiva”.
“El Movimiento Popular Neuquino, que gobierna la provincia desde hace cincuenta años, intentó frenar la votación y, durante toda la jornada, puso trabas para el desarrollo del acto eleccionario”. El “hermano del gobernador” era el “titular de dos proyectos mineros” que estaban, “justamente, en cercanías de Loncopué. El referéndum también afectó ese negocio”.
La localidad está ubicada en el noroeste neuquino, a 300 kilómetros de la capital provincial. Los vecinos desde 2008 vienen rechazando la instalación de un proyecto minero para extraer cobre en manos de una empresa china (Emprendimientos Mineros SA) y la estatal Cormine (Corporación Minera de Neuquén).
De esa postura nacieron la Asamblea de Vecinos (AVAL) y la Asamblea de Vecinos Autoconvocados de Campana Mahuida (Avacam). Y se organizaron junto a la comunidad mapuche Mellao Morales (hace cien años en la zona) que está directamente afectada por el proyecto.
Los vecinos se movilizaron y “presentaron en 2008 un juicio por nulidad de contrato por no respetar los derechos de los pueblos originarios”. Luego de una medida cautelar del máximo tribunal neuquino y la apelación oficial, en 2011, “el Superior Tribunal volvió a fallar contra el gobierno provincial y remarcó la obligación de respetar el derecho indígena”.
“Ganó el pueblo, que decidió elegir su futuro. Y ese futuro dice no a la megaminería, dice no a las patotas del Gobierno, dice sí a la vida”, celebró una emocionada Viviana Vaca, referente de AVAL (op.cit.).