a legisladora provincial por el Partido Verde, Victoria Vuoto, expuso con lujo de detalles por FM Master’s su propuesta, que presentó esta semana ante los convencionales constituyentes que reforman la Carta Orgánica, de integración del Concejo Deliberante por binomios, de manera de garantizar la composición paritaria del cuerpo. Su intención también, según dijo, es la de despejar dudas ante “muchas versiones mezcladas y miradas malintencionadas tergiversando lo que planteamos”.
Su propuesta de integración por binomios se define en el sistema proporcional de representación, que integra el Concejo Deliberante con asignación de bancas, de acuerdo con la cantidad de votos, a los partidos que cumplían con el requisito de pasar el límite de votos. “Esa asignación de bancas, en nuestro sistema D’hont se hace de manera individual, tengo tres partidos que perforaron los pisos y empiezo a dividir siete veces y las voy entregando de a una. Me va a dar que el partido A ingrese tres concejales, el partido B tres concejales y el partido C un concejal. Muy probablemente ese Concejo no tenga el 50% de mujeres porque las mujeres siempre vamos segunda” expresó didácticamente.
La distribución de las bancas por sistema D'hont, pero por binomio, implica que “al partido que tiene el primer coeficiente le doy la banca uno y dos, al segundo partido la banca tres y cuatro y al tercer partido la banca cinco y seis, y la que sobra le va a tocar al que tenga mayor cantidad de votos. De esa manera, aseguro que hay tres mujeres, tres varones y una séptima banca indistintamente para varón o mujer”.
Victoria Vuoto aclaró que la propuesta de implementar la proporcionalidad por binomio “no es una propuesta que hemos presentado formalmente como proyecto en la Convención. Nosotras fuimos a mostrarla entre una infinidad de opciones que garantizan la paridad en la representación”.
Contextualizó su propuesta en el marco evidente de que “las mujeres estamos sub representadas en todos los espacios, eso es una realidad objetiva”. Hizo alusión a que de siete integrantes del Concejo Deliberante “hoy tenemos dos mujeres y en la gestión anterior, cero. En las anteriores una, una y una. Desde la sanción de la Carta en 2001, nunca tuvimos más de dos mujeres concejales”.
La legisladora hizo un repaso de la historia de la lucha por la paridad y sus parciales resultados, introduciendo la idea de que “somos todos iguales en términos de derechos, pero las mujeres no accedemos de la misma manera a los derechos, porque atravesamos desigualdades históricas”.
Expuso que el artículo 37 de la Constitución Nacional prevé que el Estado Nacional contemple “la aplicación de acciones positivas para garantizar la igualdad de oportunidades entre varones y mujeres en el acceso a cargos electivos y partidarios, y esas acciones deben pensarse en los partidos políticos y régimen electoral”.
La ley de cupo del año 1991 “fue una acción positiva como mecanismo para acelerar la participación de mujeres” ya que establecía que una de cada tres candidatos, debía ser mujer. “A las mujeres nos mandaban en tercer lugar y no entrábamos” refirió.
En 2017 se sancionó la Ley de paridad a nivel nacional, que establece que las listas estarán compuestas por una mujer y un varón de manera simultánea. Todas las provincias del país, salvo Tucumán y Tierra del Fuego, tienen Ley de paridad.
Luego remarcó que el municipio de Ushuaia, en base a su autonomía, decidió en 2001 que sus listas al Concejo Deliberante “iban a ser uno y una, un avance enorme, que en los hechos significó un retroceso para la participación de la mujer, porque hasta ese momento veníamos de tener dos y hasta tres concejalas y pasamos a tener una, hasta llegar a cero”.
Vuoto encuentra su explicación en el análisis de uno de los elementos principales del sistema electoral, las preferencias: “Nos dicen que la comunidad no prefiere mujeres y por eso no nos eligen, la gente no nos vota, no sé si porque no nos ve capaces, somos todas medio lelas, tenemos que ir a hacer otras cosas y no nos ve en los espacios de decisión” relató con ironía. “Eso es una mentira construida a lo largo de los años” afirmó en cambio.
Planteó que el sistema de preferencias permite que el elector justamente prefiera a algún candidato, “pero la ordenanza prevé expresamente que todas aquellas boletas que no tengan preferencias, se van a contabilizar como que el elector prefiere el orden que el partido le propuso. Eso se llama preferencia tácita, es un voto positivo. No contarlo, es vulnerar la voluntad popular”. De hecho, reprochó que en 2003 la Junta Electoral decidió no computarlas. “Aquí no se contó, entonces un 15% terminó decidiendo sobre una mayoría” dijo.
