El 85% de los jóvenes fueguinos quiere estudiar en la Universidad
Trabajando o no

El 85% de los jóvenes fueguinos quiere estudiar en la Universidad

Son datos del segundo reporte de la primera encuesta a juventudes fueguinas realizada por la UNTDF. El nivel socioeconómico define si, además de estudiar carreras de grado, deberán complementarlo con trabajo.
04/10/2022
E

l sociólogo Bruno Colombari, docente e investigador de la Universidad Nacional de Tierra del Fuego, director de la carrera de Sociología de la casa de altos estudios, compartió el segundo reporte de la primera encuesta a juventudes en ciudades intermedias que se tomó el año pasado y cuyos interesantes resultados comienzan a conocerse por estos días.
El primero de los seis reportes de la encuesta abordaba las expectativas migratorias de los adolescentes al egresar del nivel secundario. El segundo, refleja la relación entre el trabajo y la educación con datos de la misma encuesta. El próximo reporte es el de usos en las ciudades.
El director del trabajo sociológico aportó un primer dato que revela el estudio, y es que el 60% de los jóvenes planifica estudiar y trabajar en forma simultánea al concluir el colegio secundario. Sumado un 24% que tiene pensado únicamente estudiar, los jóvenes con perspectivas de estudio al finalizar el secundario alcanzan el 85%.
“Esa posibilidad de estudio y trabajo simultáneo o estudios solamente, varía según el nivel socioeconómico. Quienes piensan trabajar y estudiar en simultáneo, son principalmente jóvenes de sectores medios y bajos. Quienes tienen la posibilidad, o el privilegio, de poder estudiar únicamente, sin tener que trabajar en simultáneo, principalmente son jóvenes de niveles socioeconómicos altos” reflejó el profesional.
El trabajo de campo involucró a jóvenes de entre 17 y 19 años consultados en 21 escuelas de toda la provincia.
Colombari evaluó que, si bien las trayectorias educativas de los jóvenes están atravesadas por la desigualdad socioeconómica, “captamos en la encuesta que hay una intención muy importante de continuar estudiando. Esto implica voluntad para hacerlo y también rebate esas ideas muy instaladas de cierta apatía juvenil o desinterés en continuar estudios superiores. Eso es un dato empírico” distinguió al respecto.
Otra respuesta interesante fue que, consultados sobre la preferencia entre lo estatal o lo privado a la hora de insertarse laboralmente, casi el 70% prefirió el sector privado y no el público. “Eso es llamativo en una provincia donde el peso del empleo público es súper alto. Nos sorprendió mucho el dato, quizás tenga que ver cómo permean los discursos adultocéntricos sobre las y los jóvenes” especuló el sociólogo.
Profundizó su presunción ejemplificando sobre el concepto de jóvenes “ni-ni” (ni estudian ni trabajan) muy popularizado en los grandes centros urbanos del país y profusamente motorizado por los medios de comunicación: “La idea que se construye en torno a juventudes desde una perspectiva adulta que supone que un sector importante no quiere trabajar ni estudiar. Ese discurso se instala como verdad, pero cuando uno hace una encuesta y ve las perspectivas que tienen los jóvenes efectivamente para los próximos años, en la transición a la vida adulta donde se juegan autonomía económica, familiar, decisiones, proyecciones, lo que hay es justamente algo distinto a ese discurso y por lo general no está la palabra de las jóvenes y jóvenes demostrando ese desinterés o apatía” esbozó argumentativamente.
En cuanto a las expectativas sobre el nivel de estudio, el 64% de los chicos consultados se percibe como futuro profesional con estudios universitarios de grado, y no terciarios o tecnicaturas. En esa instancia, Colombari apreció que se constataron “diferencias en torno a las instituciones”.
Otro alto índice es el de la expectativa por mudarse de provincia como un dato que sigue estando muy presente. De hecho, el 53,5% respondió que no estudiaría en la isla, decisión que adoptarían sin tener en cuenta la oferta educacional local, sino solamente lo que supone instalarse en otra ciudad.
En el segundo informe conocido, en el ítem de la valoración sobre el rol de la escuela, un 73% de los encuestados está de acuerdo con que la educación secundaria “me forma para conocer y ejercer mis derechos y obligaciones, en la configuración del sujeto de derecho que conoce sus derechos y obligaciones y que eso no solo se recibe en la materia de instrucción cívica sino que se experimenta en los procesos de elecciones al interior de las escuelas y en los procesos de organización de distintos tipos de demanda que el movimiento secundario pueda tener”.
Contrariamente a lo que podría suponerse, el 56,5% de los alumnos respondió que la formación que se les imparte en el secundario “me prepara para ir a la Universidad”. El sociólogo también inscribió este inesperado nivel de respuesta en el escenario de que “las lecturas hacia los jóvenes se hacen en una clave generacional totalmente distinta. Las y los jóvenes en esta encuesta nacieron en el 2000 y parte de su proceso de socialización se dio de manera mediatizada y con pantallas. Hay formas muy distintas a las que nosotros construimos” reflexionó finalmente Bruno Colombari.

Cuál es tu opinión sobre la nota?
  • Me interesó
    %
    0 votos
  • No me interesó
    %
    0 votos