a doctora Verónica Baró, directora médica de LUCCAU, Lucha Contra el Cáncer Ushuaia, la ONG dedicada a prevención y detección temprana del cáncer, en su espacio radial por FM Master’s abordó el cáncer de piel, a propósito de la realización por estos días del Congreso Mundial de esa particular enfermedad, donde se comparten distintos avances en medicina y oncología al respecto.
La profesional explicó que el cáncer de piel es uno de los cánceres más frecuentes, y se dividen en dos tipos: vaso celular y espino celular, que se dan más frecuentemente en personas mayores después de una exposición solar durante toda la vida, especialmente en el rostro.
El cáncer de piel “generalmente lo ven los dermatólogos, no los oncólogos”, porque se trata tumores con “resecciones pequeñas que se van sacando y se curan y por lo general no hay que hacer ningún otro tratamiento”. Son los más frecuentes, también se llaman no melanomas y comprenden aproximadamente el 95% de los casos de cáncer de piel.
El melanoma, es el otro cáncer de piel que no llega al 5%, y que, a pesar de ser los menos habituales, “son los más mortales, se lleva el 70% de mortalidad total de cáncer de piel”. Son tumores muy agresivos y aquí es donde se apunta con las medidas de prevención, “para que no aparezca esta enfermedad potencialmente mortal”.
Respecto de la prevención, la Dra. Baró refirió que el daño que se produce en las células de la piel tiene su raíz especialmente en los rayos ultravioletas que provienen del sol y también de camas solares, radioterapia por otra patología, etc. “Eso produce un daño en el ADN de las células que, si ya viene con alguna predisposición o daño, puede formar ese cáncer de piel”.
Por tanto, el riesgo depende de la intensidad de la exposición al sol y el tiempo: “Si tomamos sol en horario que no es tan peligroso y los rayos son más débiles, nos brinda los beneficios de tomar sol”, es decir antes de las 11 de la mañana y después de las 16, en la tarde.
Si la exposición solar es a mediodía, es sumamente recomendable usar protector. Pero, claramente, “un poquito de sol no es dañino a las 8 o 9 de la mañana o después de las 16” añadió.
La profesional distinguió que el sol “tiene sus beneficios, por ejemplo, activar la vitamina D con un rol muy importante en muchas funciones metabólicas y hormonales”, además de ser anti cáncer tener buenos niveles de vitaminas D. Al bloquear las pantallas solares esa penetración “tampoco permite que la vitamina D sea transformada para que se active. Ahí tenemos que tener cuidado también” recomendó puntualmente.
Otro dato a tener en cuenta es que una persona de tez blanca, con muchos lunares y antecedentes familiares de cáncer de piel, “se va a tener que cuidar en todo momento”. Mientras que alguien de piel más morena, “se le hacen menos ampollas y se quema menos”. En consecuencia, el tipo de piel es un factor de riesgo y la protección solar será distinta.
En referencia a lo que ocurre en la ciudad de Ushuaia, Baró trazó un paralelo con el invierno y el reflejo de sol en la nieve, particularmente para quienes practican deportes invernales como esquí. “Quienes van a esquiar al cerro Castor, hacen quemaduras de sol en la piel, en las mejillas. Se recomienda ponerse protector porque es exposición permanente y el reflejo hace daño, aunque sea invierno”.
Finalmente, recomendó tratar de consultar siempre el índice de radiación que fácilmente se puede hacer por Internet, cuando se planifica alguna salida al aire libre donde se prevé permanecer por un buen tiempo expuestos al sol. “Cuando el agujero de ozono está más vertical, te alerta que hay mayor índice UV, y es cuando hay que cuidarse más”, concluyó la Dra. Verónica Baró.
