Clubes de barrio semillero del deporte argentino
Escuelitas de fútbol

Clubes de barrio semillero del deporte argentino

El profesor Martín Bonvehi, ídolo histórico del futsal de Ushuaia y Tierra del Fuego, describió la vida y misión de los clubes barriales, de pueblos, escuelas deportivas donde niños y niñas se forman, aprenden y sorprenden. Algunos, en el futuro, llegarán a la elite mundial.
19/12/2022
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n virtud de la gran actuación del seleccionado argentino de fútbol en el Mundial que hasta ayer se disputó en Qatar, quedó al descubierto el origen común de la totalidad de los jóvenes, y no tan jóvenes, figuras del elenco de Scaloni. Todos ellos crecieron y se formaron en clubes de barrio, sociales y familiares, en cada uno de sus pueblos.
Martín Bonvehi es un ex jugador de futsal, exitoso por cierto, histórico integrante de la selección de Tierra del Fuego. Hoy oficia de técnico deportivo en Ushuaia y tiene bajo su órbita un sinnúmero de niños y adolescentes que hacen sus primeras armas en los deportes de equipo, con el sueño de, algún día, emular a Messi, Julián Álvarez o el Dibu Martínez.
Por FM Master’s, el profe definió al club primario, el de barrio, el del pueblo, como “un lugar de encuentro, de vínculo, sea el deporte que sea. Yo me formé en el básquet en el Poli, donde no nos dejaban jugar al fútbol adentro porque había otras actividades. Cocol Gómez peleaba por más horarios para el futsal. El centro deportivo es el club del pueblo, el club de barrio. Acá son muy pocos los clubes que tienen su sede en un barrio, lo de Ushuaia es un fenómeno particular”.
Gracias a haber recorrido la Argentina y otros países, siempre de la mano del fútbol, descubrió que en otros lugares del país “ocurre lo mismo, en su propio contexto. Santa Fe, Córdoba, donde el fútbol es el deporte más popular, en cada pueblo tienen dos clubes con cancha, buffet, gimnasio, pileta. Es el lugar donde encontrarse, donde empezar una actividad y a la vez, vincularse”.
Además, se agrega el condimento de que los grandes talentos del deporte argentino a nivel de equipos, “siguen saliendo de los clubes, donde son los captadores van viendo jugadores o deportistas de élite”.
Reconoció lo complejo que resulta un club vecinal o barrial, donde hay “mucho esfuerzo de personas y familias que dejan muchas cosas de lado para apoyar esa actividad deportiva, para que alguien con talento llegue a lugares donde hoy están los jugadores de la selección” refirió Bonvehi. Gente anónima que son el motor para que el talento llegue a los escenarios más importantes del deporte mundial.
Dijo que en otras latitudes, esta situación “la encontré a cuentagotas en Italia, España, Brasil, Venezuela”. En cambio, el fenómeno “se da mucho en Argentina, Uruguay y Paraguay”.
Interesante comparación esgrimió analizando dos de los clubes más importantes y conocidos del mundo, que tuvo la fortuna de visitar: “el Barcelona es un club social y deportivo. El Real Madrid es un shopping. Hay una diferencia abismal entre el laburo social del Barca, además de su marketing y su estructura mundial, y el Bernabeu, que parece la meca del merchandising”.
Volviendo a su tarea en su ciudad natal, y como para establecer una referencia, consignó que “mi club, la sede social y legal, es mi casa. No tenemos un lote, un lugar de pertenencia, una infraestructura propia”, como es la norma en la muy particular Ushuaia, excepción hecha del Ushuaia Rugby, el Club Andino y Las Águilas.
En las escuelitas de fútbol de la capital fueguina hay una diversidad importante de chicos que empiezan a los 6 años, “por una metodología que usamos en chicos y chicas y su etapa madurativa”. En la Escuela Municipal, donde también trabaja Martín, pasa lo mismo: “hay oferta de multi deportes, empiezan a los 6 años y antes hacen educación física infantil y hacen deportes, de agua y de tierra”.
Definió, como especialista en la materia, que muchos de los talentos llegan porque tienen no sólo esa posibilidad genética, “sino la práctica, cuanto más estímulos de deportes tengas, más posibilidades de que tus capacidades y tus técnicas mejoren en el camino de crecimiento”.
Sobre el final, reflejó que los talentos superdotados del deporte argentino “tuvieron que entrenar muchas disciplinas y no hubieran llegado sino tenían compañeros competidores que hicieron que sea mejor. El entorno, el contexto, la gente que te ayuda, la familia, los captadores, los formadores que siempre están ahí con ese espíritu amateur” concluyó Martín Bonvehi.

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