l último día de la 45ª edición del Rally Dakar comenzó con barro, mucho barro, el que decidió al vencedor final en la categoría de motos. Tras 134 kilómetros de especial que conectaba la ciudad de Al Hofuf con la meta y el podio a orillas del Golfo Pérsico.
De la mano de Kevin Benavides bajo la escuadra KTM, el deporte argentino volvió a vivir una nueva epopeya deportiva mundial, al adjudicarse el salteño de manera dramática, espectacular y contundente a la vez, su segundo Rally Dakar en una etapa final donde “Max” salía 12 segundos detrás del principal favorito, Toby Price (KTM), pero que ya en el primer CP a 33 kilómetros de iniciado el tramo, Kevin daba muestras de lo que vendría descontando esa diferencia, que finalmente llevó hasta los 55 segundos para quedarse con las dos últimas etapas del Dakar en moto de manera consecutiva, sentenciando un triunfo brillante, elaborado y fabricado con talento, pero también con una fuerte dosis de inteligencia, gestión de carrera y madurez por parte del argentino, que ahora sí se consagra sin discusión alguna como el piloto de rally más exitoso de la historia en Sudamérica. Se trata de la segunda vez que el de Salta sube a lo más alto en la carrera más dura del mundo, después de haberlo hecho en 2021 con Honda. Además, el argentino marcó un nuevo récord en la competencia: es el primero en imponerse con dos marcas diferentes.
