a meteoróloga aeronáutica Noemí Troche cumple funciones desde hace varios años cada temporada en la base argentina Marambio, emplazada en el continente antártico. Es una de las pocas mujeres que trabaja en forma regular en tan remota latitud.
En comunicación con FM Master’s, Troche compartió que llegó a la base el pasado 4 de enero, donde la recibió un tiempo inusualmente benigno, al igual que en Ushuaia, “bastante atípico, con temperaturas elevadas mayores de lo normal”. En el momento de la entrevista, promediando la mañana de este miércoles, consignó 8° 4 décimos positivos, con viento fuerte de entre 70 y 80 kilómetros por hora, con sensación térmica de 2°.
Noemí es oriunda de la ciudad bonaerense de 25 de Mayo. Eligió para vivir la vecina Tandil, donde durante mucho tiempo trabajó en su especialidad en la 6ª brigada aérea, para pasar luego al aeropuerto civil. “A partir del 2005 y 2006, comienzo a venir temporariamente a la base Marambio, a elaborar pronósticos para toda el área antártica”.
Relató que, por lo general, realiza campañas temporales de entre cuatro y diez meses, según el caso. En el 2010-2011 “me quedé un año, hice la campaña anual. Es un gran desafío estar acá y elaborar todos los productos del servicio meteorológico nacional para toda el área antártica”.
Su tarea consiste en realizar el apoyo a todos los vuelos de Hércules, cruces antárticos desde Río Gallegos a la base Marambio, como así también de aeronaves más pequeñas para llegar a otras bases como Esperanza y Carlini a brindar apoyo también, ya sea llevando carga o científicos de la Dirección Nacional del Antártico.
A eso ahora se suman traslados a la base Petrel, desde 2022 con dotación permanente y continuos relevos de personal y transporte de carga desde Marambio.
El trabajo es obviamente más acentuado en verano, cuando se despliega una mayor actividad con vínculo hacia todos los campamentos. Durante invierno se realizan actividades para protección de vuelos. A lo largo de todo el año se brinda protección a los mares adyacentes, y el pronóstico para todas las bases antárticas que se publica en la web del Servicio Meteorológico Nacional.
“Todos los productos los actualizamos dos veces al día, estamos en continua actualización de los modelos, imágenes satelitales, como para brindar la mejor información posible al usuario, ya sea aeronáutico, o para las bases”, explicó.
Consultada sobre los efectos en el continente blanco del calentamiento global, si bien confesó no ser especialista, reflejó el ejemplo de “nuestra base antártica más antigua, Orcadas, que fue creada en 1904, y en la cual sus registros muestran un aumento en la temperatura de aproximadamente dos grados con el transcurso de los años”.
Señaló que glaciólogos estudian permanentemente los glaciares próximos a Marambio y evalúan su evolución. “A simple vista, por ejemplo, el Mar de Wedell, que baña toda la costa Este de la península antártica, hoy en día tienen muy poca cobertura de hielo, que es la zona en la cual siempre mantiene su hielo durante todo el año, aún en verano. Este año se ve bastante más amplia la zona de aguas libres”, observó en relación con el aumento de temperaturas.
Los meteorólogos desplegados en las distintas bases, como Noemí en Marambio, toman datos que registran termómetros, pluviómetros, anemómetros, así como registros de viento, radiación solar, nubosidad, visibilidad y presión. El observador meteorológico los codifica en un mensaje y los transmite a la sede central, desde donde se comparten globalmente a todo el mundo.
En cada una de las seis estaciones permanentes de Argentina se toman datos, en Marambio de forma horaria: “diez minutos antes de cada hora, el observador sale y toma su dato. En las demás bases es cada tres horas, porque son solo dos por cada base y tienen otro plan de labor. Aquí en Marambio, como es aeronáutica, tiene mayor actividad aérea, se realiza el informe todas las horas” añadió.
Durante su primera campaña antártica 2005-2006, Noemí Troche era una de las dos mujeres en todo el continente. “Hoy en día se ha incrementado la asistencia a la zona antártica del personal femenino, ya sea desplegadas en las distintas bases, como así también en el rompehielo Almirante Irízar o los avisos Bahía Agradable y Canal Beagle”.
Recordó que por primera vez en 2022 invernó una mujer en la base Belgrano, la más austral situada a 77° de latitud Sur. “Llegó en enero, febrero, y después durante todo el año no reciben visitas de ningún tipo”. Por eso consideró “todo un orgullo que haya también en esas latitudes personal femenino”. En su lugar de trabajo, Marambio, “somos varias, como dieciséis”, tanto de dotación anual, como ella misma, de la dotación temporaria.
