l viaje emprendido por dos diputados rusos oficialistas genera escándalo por la supuesta cobertura patriótica de la expedición y sus costos.
“Alexander Sidyakin, diputado ruso por la República de Tartaristán y miembro del partido en el poder, Rusia Unida, presumía el pasado diciembre de que clavaría la bandera rusa en el pico más alto de la Antártida si recibía 11.000 retuits para Año Nuevo. No contento con ello, Sidyakin elevó el tono patriótico aún más y remató su propuesta en Twitter con la etiqueta ¡La Antártida es nuestra!”, aludiendo al eslogan oficialista “¡Crimea es nuestra!”(Global Voices).
A pesar de no haber alcanzado la repercusión esperada, Sidyakin igualmente puso rumbo a la Antártida, junto a otro diputado de su partido, Oleg Savchenko.
Una vez en la Antártida, circuló la versión de la pérdida de contacto con los diputados y “que algo les habría podido pasar”.
Más tarde, la corresponsal de la BBC Olga Ivshina pudo contactarlos “a través de su agencia de viajes y constató que estaban “sanos y salvos”.
La patriótica iniciativa, sin embargo, no cubrió las expectativas de los diputados, dado que se vieron en el centro de un escándalo político.
La prensa opositora denunció que: “Estos diputados partieron rumbo a la Antártida para conquistar una montaña con la ayuda de la agencia de viajes “Siete Cimas”. Según las estimaciones de “Moskovsky Komsomolets”, el viaje de cada diputado cuesta 53.695 de dólares. La expedición antártica, que emprendieron en días laborables, cuesta casi lo mismo que gana Sadyakin oficialmente en un año y un tercio de lo que gana Savchenko”.
El líder opositor Alexey Navalny denunció en su blog: “Hay dos hechos interesantes que quedan de manifiesto inmediatamente:
1. Los diputados han violado su propia ley sobre el procedimiento a seguir por los ciudadanos rusos para viajar a la Antártida.
2. El viaje está teniendo lugar en días laborables. Es un misterio cómo diablos funciona el país cuando sus diputados, con sueldos de 450.000 rublos al mes (6.903 dólares) andan paseándose por la Antártida.
Ambos diputados habían apoyado una ley de 2012 que “obligaba a los ciudadanos rusos a obtener un permiso del Servicio Federal de Hidrometeorología y Monitorización Medioambiental para cualquier viaje a la Antártida. Según un funcionario federal, Sidyakin y Savchenko no siguieron el procedimiento correcto para el viaje” (op.cit.).