ste día, llegan a la isla Decepción dos hidroaviones Catalina PBY-5A de la Aviación Naval Argentina, que “amerizaban en la bahía interior, así se efectuó el primer vuelo directo con descenso a la Antártida desde América del Sur. Habían despegado en Río Grande, Tierra del Fuego y con su vuelo establecieron la primera estafeta aeronaval entre territorio argentino americano y sus bases antárticas” (Pablo Fontana. La pugna antártica).
Los aviones fueron recibidos “con gran júbilo por la dotación argentina y en la bahía interior de la isla, soportaron una fuerte tormenta que les causó averías, las cuales fueron reparadas con elementos precarios disponibles en el destacamento”.
También se habían sumado a la dotación antártica en Bahía Esperanza el buque tanque ‘Punta Ninfas’ que amarró junto al ‘Buen Suceso’.
En esos días, estaban escalando los roces con los efectivos británicos. “El 31 de enero una fuerza británica proveniente de las Islas Malvinas a bordo del ‘John Biscoe’ desembarcó en Bahía Esperanza con el objetivo de reconstruir la estación británica destruida por un incendio en 1948. Allí descubrieron que los argentinos ya se encontraban en el lugar” y originó una nota de protesta inglesa.
“La situación se tornó realmente peligrosa el 1° de febrero cuando un grupo de doce británicos, desoyeron las advertencias verbales y escritas del capitán de fragata Emilio Díaz”, a bordo del ‘Buen Suceso’. Desde allí solicitó a la superioridad el apoyo de dos fragatas y les comunicó a los invasores su determinación de oponerse por la fuerza al desembarco.
Se dispararon tiros al aire y los soldados argentinos comenzaron a rodear a los ingleses, esto generó la retirada británica hacia el ‘John Biscoe’.
Unas versiones indicaron que los soldados nacionales llegaron a disparar ráfagas de ametralladoras, para impedir el desembarco de equipos. “Incluso hay documentos que describen el incidente como un enfrentamiento armado, en el que, una vez cesado el fuego, se pudo comprobar que no hubo víctimas de ningún lado”.
Las fuerzas argentinas “arriaron el pabellón inglés, que junto con la carga fue embarcado en una chata la cual fue llevada hasta el buque británico para que sus tripulantes la retiren, pero estos se negaron a hacerlo, exigiendo la restitución y que izaran nuevamente la bandera británica” (op.cit.).
