l jefe del Área Epidemiológica del Ministerio de Salud de la Provincia, Dr. Juan Petrina, consideró “un mito” la noticia circulante sobre el peligro de vida que implica el consumo de huevos o pollo, en el contexto actual de epidemia, en determinados lugares del mundo, de la enfermedad conocida como gripe aviar.
Petrina señaló que la especie “fue corriendo en el inicio, cuando empezaron a tomar relevancia los brotes desde el norte de América hacia aquí hasta Argentina. Pero bajo ningún punto de vista reviste un riesgo el hecho de consumir huevos o carne de pollo para la salud humana” confirmó con contundencia.
Hizo referencia a una reunión realizada el viernes de la semana pasada entre representantes de diferentes instituciones cuyo personal pueda llegar a estar involucrado con la enfermedad: CADIC, INTA, SENASA, tanto de las oficinas Ushuaia y Río Grande como la regional Patagonia Sur, Salud, Parques nacionales, municipio de Río Grande. “A través de todas estas instituciones se diagramaron lineamientos ante algún caso sospechoso en la provincia y para estar atentos de cómo vamos a actuar, quiénes van a actuar en determinadas situaciones, ya sea en la toma de muestra, la notificación, las personas que estén involucradas” detalló al respecto.
El único lugar donde se realiza el diagnóstico de la gripe aviar es el Laboratorio central de SENASA en Martínez, provincia de Buenos Aires. Está diagramada la logística para que el personal de SENASA, que es quien debe intervenir en primera instancia, pueda realizar las tomas de muestras y a través de su sistema, enviarlas, “y a partir de ahí se da el resultado y nosotros actuaremos tanto como en focos sospechosos como confirmados, en el caso que se confirme” explicó Petrina.
Explicó además que, en general, es baja la transmisibilidad de la influenza aviar desde las aves hacia los seres humanos: “La importancia de esta enfermedad radica en el alto índice de mortalidad que puede llegar a tener en las aves. Y cómo repercute eso tanto en la seguridad alimentaria como en la parte económica” añadió.
Los mercados no solo nacionales, sino internacionales, que adquieren producción avícola argentina, exigen ciertas condiciones sanitarias, “y eso puede repercutir a nivel económico también, de ahí la importancia, más allá de que es una de las principales fuentes de alimento que tenemos, pero no tanto por lo que pueda repercutir en la salud humana”.
En tanto la posibilidad de contagio en la población en general es bajísima, la mayoría de los casos que se han dado “son personas que están altamente expuestas, como cuidadores de pollos en las granjas. Son los casos que hay registrados en algunos lugares del mundo” según apreció el funcionario provincial.
Sólo puso foco Petrina en algunas zonas de Río Grande donde están concentradas algunas chacras, o también en estancias. En esos sitios es donde se pusieron los principales puntos de prevención en cuanto a ingreso de personas, contacto con los animales que sea el mínimo indispensable, etc. “La población en general en sí, no debería tener ningún tipo de riesgo por el hecho de que no se recomienda, con gripe aviar o sin gripe aviar, estar tocando aves silvestres y mucho menos aves muertas” distinguió.
De tal forma, advirtió que “la vigilancia en salud humana vamos a tener en cuenta a las personas que hayan estado expuestas a un foco confirmado por SENASA. Por eso es importante la comunicación entre nosotros, así sea que tengamos una persona con sintomatología compatible, que es igual a COVID, influenza común, cualquiera de esas, actuaríamos de igual manera por el hecho de que hoy no tenemos ningún foco notificado en la provincia”.
Lo que se haría, en el supuesto de un caso confirmado en la provincia, sería establecer diez días de seguimiento -no aislamiento-, “para controlar que esa persona no comience con síntomas hasta cumplir los diez días que podríamos decir que no se ha contagiado” culminó su explicación Juan Petrina.
