a jueza federal de la ciudad de Río Grande, Dra. Mariel Borruto, compartió sus reflexiones a propósito del Día de la Mujer de este 8 de marzo, en su condición de una mujer que ocupa uno de los más altos cargos dentro del Poder Judicial de la provincia de Tierra del Fuego.
La Dra. Borruto reconoció que ejercer su cargo “por ahí no es tan sencillo como si fuera un hombre el que está”. Sin embargo, puntualizó que, a lo largo de su carrera, “me formé con mujeres, y no me pareció nada extraño estar a cargo de algo donde ya había una mujer desde la creación del juzgado”, dijo, en relación con su antecesora, la Dra. Lilian Herráez.
Sí contrastó que, al momento de su postulación, “mujeres éramos pocas, entramos 72, quedamos después 20 rindiendo el escrito, llegamos 4 a la final al Consejo de la Magistratura”.
Según su visión, en casos “a veces la mujer no se anima, sola, se recluye y dice para qué voy a competir si seguro que me va a ganar un hombre”. Pero también denotó que “tampoco existe un paso más o un escaloncito para ayudar a la mujer a animarse, a estar, a incentivarla”.
Si bien consideró que en el ejercicio de su función no percibe diferencias con los hombres, sí remarcó que la propia sociedad requiere de la mujer “rendir un poco más, demostrar un poco más para estar en estos lugares”.
“Espero que esto cambie, yo creo que las nuevas generaciones lo van a ir marcando, porque ya somos papás que criamos a los varones de otra manera”, se esperanzó la Dra. Borruto, insistiendo en la educación y crianza de los hijos como el factor desencadenante de esos cambios.
Respecto de las materias principales en relación con la mujer en la actualidad, indicó que “el tema violencia de género, creo que hoy es tremendo. No quiero decir que no existía, quiero decir que hoy se muestra, hoy las mujeres han tomado el coraje de denunciar, de estar presentes”.
También sumó en esa lista a los niños, “y no podemos dejar de lado también la ancianidad, los adultos mayores” como tres asuntos que implican un desafío que tiene que asumir la Justicia, a través de “acompañar a todas las instituciones del Poder Ejecutivo que tienen que estar funcionando y las leyes que tiene que dictar el legislativo”.
Depositó sus expectativas en las generaciones nuevas “que van a ir cambiando todo, Dios quiera que podamos acompañarlos a ellos, darles este sustento”, mientras reclamó también “aprender a pensar distinto en violencia de género, tenemos que dejar de empezar a echar culpas, nos tenemos que olvidar de esa manera de pensar que desgraciadamente fue con la que fuimos criados y educados, y buscar una salida desde la contención”, donde lo económico cobra una relevancia trascendental.
Claramente abogó por lograr una paridad en todos los niveles que hoy no existe. En el Poder Judicial, ejemplificó con la Patagonia, con una Cámara compuesta por dos varones y una mujer, juzgados como el de Río Gallegos, Esquel y Ushuaia, ocupados por hombres, y las únicas mujeres son las juezas federales de Caleta Olivia, Comodoro Rivadavia y Río Grande.
“Yo pongo mi mirada de mujer en las sentencias, a mí me gusta ver eso”, definió por último la Dra. Mariel Borruto. E hizo referencia a su propio equipo de trabajo compuesto por varones y mujeres en donde “trabajamos todos iguales, no nos diferenciamos en eso, son chicos jóvenes, y esta generación que apenas llega a los 40 tiene otra mirada, con empatía, es distinto. Tengo secretarias mujeres y secretarios varones, todos tienen una misma impronta para el trabajo y no se ve la diferencia. Y no exigimos más porque sean mujeres o porque sean varones, pero esto va cambiando de a poco” apreció finalmente la magistrada riograndense.
