Destacan los bosques submarinos de Tierra del Fuego
Ambiente

Destacan los bosques submarinos de Tierra del Fuego

Las grandes concentraciones de algas en el Canal Beagle y aguas australes, fue motivo de tapa de la revista científica internacional National Geographic. Tal exposición global revela la importancia biológica de los bosques submarinos, y obliga a su celosa protección.
10/03/2023
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a abogada Ángeles De la Peña, integrante de la Fundación por el Mar, se refirió a la situación de los inmensos bosques submarinos presentes en las aguas circundantes a la isla de Tierra del Fuego, de tan inmenso valor biológico que la revista internacional de National Geographic publicó en la tapa de una de sus ediciones recientes, las concentraciones de algas alrededor de nuestra provincia.

Que la temática de la isla haya llegado a la tapa de Nat Geo, una publicación reconocida a nivel mundial sobre temas de conservación y educación ambiental “es increíble, puso a Tierra del Fuego también en un mapa donde tiene un Norte y una visión clara de qué quiere hacer con su isla, con sus ecosistemas, siendo un espacio tan prístino, tan único en términos ecosistémicos y de conservación”. De hecho, fue declarado el punto de mayor captura de carbono de la Argentina, y una de las mayores concentraciones de bosques de macroalgas no solo de Tierra del Fuego, sino de toda la costa argentina.

“Vivimos en un lugar increíble. Creo que esto nos lleva a seguir queriendo profundizar, como habitantes de este lugar, en qué tenemos, por qué lo tenemos que cuidar y cuál es el beneficio” no solo para nuestra provincia, sino también para la región, para el país, e inclusive para el mundo en un contexto de crisis climática evidente donde cada vez quedan menos especies y menos ecosistemas.

Puntualmente, los bosques aludidos se pueden apreciar con solo caminar por la costa fueguina en la vecindad de la ciudad, como la bahía del aeropuerto o playa Larga, consistentes en esos manchones de algas que se ven desde la costa, enormes, y comúnmente conocidos como cachiyuyos o cochayuyos, aunque técnicamente estas últimas constituyen otra especie de alga, muy similar.

Claro que lo que podemos ver desde la costa, adentro del mar conforman grandes bosques de enorme extensión y profundidad: “en península Mitre o en isla de los Estados, es masivo el tamaño, cuando uno ve imágenes del dron desde arriba, ve como un gran colchón que tapa el agua, inclusive, porque tienen un largo gigante y eso hace que se generen como grandes manchones”.

Esas formaciones están continuamente capturando carbono, protegiendo la costa de la erosión y oficiando de hábitat para un sinnúmero de especies que viven en el mar, o que allí se alimentan. De allí su gran importancia.

De la Peña consignó que “el concepto de bosque submarino nos viene a poner en plano un poco la dimensión que tienen. Los bosques en tierra los ubicamos todos, los vemos todos. Todo lo que pasa en el agua generalmente nos resulta mucho más lejano, a menos que si es alguien que navega, que hace buceo, snorkel o rema en kayak” que puede haber tenido una visión más cercana de los bosques.

Con una profundidad que puede llegar hasta 30 e incluso 40 metros de profundidad, se dice que es uno de los ecosistemas más productivos del mundo porque alberga muchísimas especies: “se habla que por alga puede haber hasta 80 especies, en cada una” refirió.

La letrada, dentro de la fundación es la responsable de estar en contacto “con todas esas personas que estudian y se dedican a relevar y a investigar”, la temática de las macroalgas. “Tratamos de generar constantemente un espacio de divulgación y protección también, que nos hace trabajar un poco de manera interdisciplinaria con muchas personas distintas”, describió su tarea.

La importancia que para ella reviste la ciencia “es fundamental, porque estamos hablando de proteger ecosistemas, en este caso los bosques de algas, pero sin la ciencia y sin la información que nos da la ciencia, no podemos saber ni siquiera de qué estamos hablando”.

Señaló que, a nivel global, los bosques de algas están desapareciendo aceleradamente. Se dice que ya se han perdido entre el 40 y el 45% de los bosques de macroalgas de todo el mundo en los últimos años. Tierra del Fuego, por sus características de aguas frías y cercanía con la Antártida, “va a ser uno de los últimos lugares según los modelos predictivos donde los bosques van a poder seguir existiendo de la forma en la que existen ahora. Porque tenemos la suerte de vivir en el lugar donde vivimos” donde el calentamiento global no afectará de la forma que lo hace en otros lugares del mundo.

“Los bosques están amenazados por los cambios en la temperatura del agua, por la contaminación, por la explotación también” enumeró, y mencionó el cercano caso de Chile donde las formaciones de macroalgas están casi extinguidas.

“Saber qué son, para qué sirven, no cortarlos, no explotarlos sin ningún tipo de justificación ni sustento, tratar nosotros, como individuos, de no contaminar el mar, no tirar basura” enumeró finalmente Ángeles De la Peña un sencillo catálogo de medidas a la mano para proteger los preciosos bosques submarinos de la Tierra del Fuego.

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